La ciudad de Lisboa cuenta con una nueva atracción cultural y turística, el Arco de Rua Augusta, que ha reabierto sus puertas al público tras un extenso proyecto de rehabilitación, después una inversión de 950 mil euros llevada a cabo por la Asociación Turismo de Lisboa.
Considerado como el Arco del Triunfo de Portugal, este emblemático monumento cuenta con una novedad muy atractiva: a través de un elevador, localizado en la Rua Augusta, se puede acceder a un fabuloso mirador que ofrece una panorámica única sobre la ciudad. Gracias a él, todo turista puede admirar desde lo alto el Terreiro do Paço, la Baixa Pombalina, la Catedral Sé, el Castillo de San Jorge y el río Tajo.
Después del terremoto de 1755, que devastó gran parte de la capital portuguesa, se comenzó a edificar el Arco de Rua Augusta, para celebrar que se había reconstruido gran parte de la ciudad. Sin embargo, esta primera versión nunca se finalizó. Fue en 1873, cuando el arquitecto José Veríssimo da Costa llevó a cabo un nuevo proyecto, que terminaría en 1875.
Con el mismo esplendor de antaño, en la parte superior del Arco se pueden observar las esculturas de Célestin Anatole Calmels, representando la Gloria, el Genio y el Valor. En la parte inferior, encontramos las esculturas realizadas por Vítor Bastos, que conmemoran a Nuno Álvares Pereira, por su lucha por la independencia portuguesa de España; al Marqués de Pombal, por su labor en la reconstrucción de Lisboa después del terremoto; al navegante Vasco da Gama, por descubrir la ruta marítima a la India en 1498; y a Viriato, quien hizo frente a la expansión de Roma en Hispania.
El Arco de Rua Augusta está abierto todos los días al público entre las 9 de la mañana y las 7 de la tarde, con un precio de entrada de 2,50 euros. Para los niños hasta los 5 años el acceso es gratuito.
