Abril ha sido un mal mes para el alojamiento extrahotelero (apartamientos turísticos, campings y alojamientos rurales), en gran parte debido al efecto calendario de la Semana Santa. Las pernoctaciones en este segmento han alcanzado la cifra de 5,1 millones, un 18,3% menos que en abril del pasado año. Sin embargo, en el periodo acumulado del primer cuatrimestre, la bajada de las pernoctaciones en este tipo de alojamiento se atenúa al 0,9%.
La caída más fuerte en abril la ha sufrido el turismo rural, con un retroceso del 51,1%, prácticamente en su totalidad debido a la demanda nacional, que se hundió un 60,4%. En el periodo marzo-abril -descontando el efecto Semana Santa- las pernoctaciones bajaron un 16,6%.
En turismo rural sólo se ocuparon el 8,8% de las plazas, de media, y el 18,5% durante el fin de semana. Castilla y León se mantuvo como el destino preferido por los viajeros rurales, con 73.000 pernoctaciones, un 58,7% menos que un año atrás.
Por lo que respecta a los apartamentos turísticos, las pernoctaciones bajaron un 7,5% de media. Las de los españoles cayeron un 36%, pero al tener menos importancia la demanda nacional en este tipo de alojamiento, la repercusión no fue tan acusada, puesto que las pernoctaciones de los no residentes se incrementó un 3%. Además, considerando de forma combinada marzo y abril, se observa un crecimiento de las pernoctaciones en apartamentos del 0,8%.
Finalmente, los datos relativos a los campings reflejan un descenso de las pernoctaciones del 26,7% en abril, debido a la caída del 47,1% de las pernoctaciones de los residentes en España. Por el contrario, la demanda de los no residentes creció un 8,8%. En el periodo marzo-abril las pernoctaciones crecen un 1,5%.