El turismo rural está atravesando una durísima etapa, producto de la caída de la demanda turística nacional. Si en enero la caída de las pernoctaciones en los alojamientos rurales fue del 14,7%, en febrero la tendencia a la baja se agudizó y estos establecimientos registraron un descenso del 17,2% respecto al mismo mes del año anterior, según muestran los datos del INE.
En febrero, se contabilizaron 116.437 pernoctaciones en turismo rural, con una caída del 18,1% de las pernoctaciones de los clientes españoles y de un 13,9% en el caso de los clientes extranjeros. En los últimos tiempos el sector ha depositado algunas esperanzas en el auge de la clientela internacional, sobre todo después del crecimiento de doble dígito (+12,4%) en 2012, pero los primeros resultados de 2013 no resultan nada alentadores.
Las estadísticas reflejan que los alojamientos rurales han tenido una ocupación ínfima, del 7,1% en febrero, con una disminución del 12,9% respecto al pasado año. Durante los fines de semana, la ocupación ha alcanzado el 16,5%, un 6% que un año atrás. Son cifras que ponen de manifiesto la dependencia de la demanda nacional e indirectamente la agudización de la crisis económica en España.
En la fotografía, la casa rural La Senda de los Caracoles, en Grado del Pico-Ayllón, en la provincia de Segovia.
Si hablamos de destinos, Castilla y León mantuvo su primer puesto en el ranking, con 52.800 pernoctaciones, que fueron un 10,1% menos que las que tuvo en febrero de 2012. El mayor grado de ocupación se registró en Canarias, con el 30,9% de las plazas cubiertas, y Tenerife fue la zona turística con mejor comportamiento, anotándose 13.221 pernoctaciones. Inclusive, el Parque Nacional del Teide alcanzó una ocupación del 43,8%, la mayor de todas.
En cuanto a los precios, febrero se despidió con un descenso del 1,6% de media en los alojamientos rurales.