Está nevando y ese es el mejor augurio que las 34 estaciones de esquí agrupadas en la Asociación Turística de Estaciones de Esquí y Montaña (ATUDEM) podrían desear para inaugurar el próximo 1 de diciembre una temporada en la que esperan alcanzan la cifra de 5 millones de visitantes.
La pasada temporada de invierno la afluencia de visitantes a las estaciones de esquí se quedó en 4,5 millones, viendo recortados en dos millones el récord histórico, que se alcanzó en la temporada de 2008/2009. La crisis económica y la falta de nieve le han pasado factura al sector en los últimos tiempos. Pero este año, cuando menos, el turismo de nieve parece tener de su parte al factor meteorológico, con lo que el presidente de ATUDEM, Aureli Bisbe, se atreve incluso a soñar con alcanzar los 5,5 millones de visitantes en el escenario más optimista.
En cuanto a la crisis, las estaciones de esquí han optado por afrontarla manteniendo los precios, política que viene repitiéndose varias temporadas, aún a costa de reducir márgenes empresariales. "Nadie ha repercutido el IPC, algunos sí han trasladado la subida del IVA, pero nada más", asegura Bisbe. Con los precios bajo control y una "profusión de ofertas" en el mercado, las estaciones pretenden elevar el número de visitantes y así atajar la subida de los costes crecientes (combustible, impuestos, etc.) y la tendencia de los esquiadores a reducir la estancia media.
Captar a la demanda internacional
Además de alentar la demanda nacional con unos precios contenidos, las estaciones de esquí están tratando de ampliar su mercado promocionando su oferta a nivel internacional para incrementar la cuota de esquiadores internacionales. ATUDEM se plantea la internacionalización como el principal reto de las estaciones españolas y confía en que la llegada de más visitantes extranjeros pueda compensar la desaceleración de la demanda nacional.
En este sentido, la Asociación ha suscrito esta misma semana un convenio de colaboración con Turespaña y la Secretaría de Estado de Turismo para potenciar España como destino turístico de nieve. Contemplará acciones de marketing y comunicación durante 2012 y 2013, focalizadas en Francia y Portugal -como mercados de proximidad- y en Reino Unido y Rusia -como mercados con especial potencial-.
Bisbe asegura que las estaciones españolas son muy atractivas para los esquiadores extranjeros porque ofrecen unos elevados estándares de calidad, comparables o incluso superiores a las de otros países. Prueba de ello es el nivel internacional de competiciones deportivas que cada año acogen las estaciones de esquí españolas.
"Ahora lo importante es vender"
El grado de desarrollo alcanzado es también el resultado -resalta el presidente de ATUDEM- de las importantes inversiones acometidas en la última década por las estaciones en la mejora de sus instalaciones. Según los datos de la Asociación, en ese tiempo las inversiones conjuntas han ascendido a 626 millones de euros. Pese a que la pasada temporada -y también ésta- el volumen de inversión ha descendido sensiblemente, las estaciones ya cuentan con un nivel de infraestructuras consolidado. "Actualmente no hay prácticamente ninguna estación que no tenga un sistema de producción de nieve", apunta Bisbe en relación a este equipamiento, uno de los más costosos. "Este año se ha seguido invirtiendo, aunque la mayoría de las empresas han desviado recursos que eran inversión a gastos de promoción porque ahora lo más importante es vender", admite el presidente de ATUDEM.
Sólo "vendiendo" el sector del turismo de nieve se mantendrá como el motor económico de las comarcas de montaña. La facturación directa, procedente de la venta de forfaits oscila entre 100 y 120 millones de euros, pero el impacto económico indirecto en las zonas de montaña se aproxima a los 1.000 millones de euros, generando más de 100.000 puestos de trabajo. La nieve cuenta con otra ventaja extra, que "puede ayudar a mejorar la estacionalidad del turismo en España", un objetivo histórico en cualquiera de las políticas turísticas implementadas en los últimos años.