La Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA) estima que la industria aérea global generará unos beneficios de 3.000 millones de dólares (2.272 millones de euros) en 2012, lo que se traducirá en reducir a menos de la mitad las ganancias obtenidas en 2011, cuando el sector de la aviación rozó los 6.000 millones de euros.
Inicialmente la IATA había calculado unos beneficios de 3.500 millones de dólares para el sector, pero el encarecimiento del precio del crudo le ha obligado a rebajar la previsión para 2012. El barril de petróleo ha pasado de 99 dólares (75 euros) a 115 dólares (87 euros) en apenas tres meses. No obstante, la IATA también se hace eco de la mejora en las previsiones económicas para la Eurozona y en Estados Unidos, que han evitado un mayor reajuste en sus pronósticos.
"El año 2012 continúa siendo un desafío para las aerolíneas. El riesgo de empeoramiento en la zona euro ha sido reemplazado por igualmente perjudicial incremento del precio del combustible", apunta el director general y consejero delegado de la IATA, Tony Tyler.
También llama la atención el responsable de la IATA sobre el "anémico margen del 0,5%" con el que operan las aerolíneas como promedio global y advierte que no sería necesario mucho más que un pequeño impacto sobre la industria para entrar en números rojos en 2012.
Por otra parte, la IATA también ha revisado, pero en este caso al alza, su balance correspondiente a 2011, concluyendo que los beneficios obtenido por el sector de la aviación fueron de 7.900 millones de dólares (5.990 millones de euros) en lugar de los 6.900 millones de dólares (5.228 millones de euros) previstos en principio. Ello fue debido a un mejor comportamiento del esperado de las aerolíneas chinas.