La Confederación Española de Agencias de Viajes y Turoperadores (CEAVYT) ha vuelto a solicitar públicamente que se constituya un fondo de garantía en beneficio de los pasajeros y evitar así situaciones impagos o retrasos en el reembolso de los billetes cuando se produce la quiebra de una aerolínea.
Rafael Gallego, presidente de la Confederación, ha afirmado que el daño económico ocasionado por el cierre de Spanair a las agencias de viajes no está cuantificado, pero "va a ser una cifra muy importante". El representante de la patronal de agencia ha insistido en que la situación desencadenada por la quiebra de la aerolínea no es nueva. "Es la tercera vez y si la situación sigue así probablemente no sea la última", ha apuntado en alusión a la suspensión de pagos de Air Madrid (2006) y Air Comet (2009).
Rafael Gallego durante la rueda de prensa convocada por CEAVYT.
Según Gallego, "la quiebra de Air Comet y de Air Madrid ha costado a los presupuestos del Estado, a todos nosotros, nueve millones de euros". El año pasado se vendieron en España 12 millones de billetes de avión de aerolíneas integradas en IATA. El presidente de CEAVYT asegura que hubiera bastado con asignar un euro por billete vendido para financiar el fondo de garantía que habría cubierto a los pasajeros afectados.
Gallego ha acusado a las propias aerolíneas de paralizar la creación de este fondo tal como las agencias vienen reivindicando desde hace más de seis años, incluso antes del cese de actividad de Air Madrid. "El lobby de las compañías aereas e IATA (Asociación Internacional del Transporte Aéreo) no han permitido que se ponga en marcha un fondo de garantía de pasajeros, un sistema de aseguramiento que evitaría situaciones como la actual", ha insistido. Gallego, que ha criticado que a las agencias se les exija todo tipo de avales para operar mientras que las aerolíneas se niegan a constituir esta garantía, también ha subrayado que la propia Administración turística veía con buenos ojos esta medida de cobertura a los pasajeros.
Martín Serrate, vicepresidente económico de CEAVYT, ha señalado que las razones que esgrimen las aerolíneas para rechazar el fondo de garantía son el encarecimiento del coste para el pasajero y la consideración de que, puesto que la gran mayoría de las aerolíneas funcionan bien, la medida supondría incrementar la tarifa simplemente por unos pocos casos.
Así las cosas, los representantes del sector de agencias van a solicitar de forma inmediata una reunión con los responsables de los Ministerios de Fomento, Turismo y Comercio para reiterar la petición de que se "implante" este fondo de garantía capaz de proteger a los consumidores. La Confederación asegura que este mecanismo está ya funcionando con éxito en países como Holanda y que en España se debería ?copiar y mejorar? el modelo.
Ocho millones de euros en vuelos vendidos en enero
La IATA ha comunicado a las agencias de viajes que Spanair ha sido suspendida de la liquidación mensual del BSP, el mecanismo a través del cual estas abonan a las aerolíneas las reservas. Las ventas anteriores al 29 de enero, fecha del cese de operaciones por parte de la aerolínea, deberán liquidarse directamente con la aerolínea y no en el próximo BSP (15 de febrero).
CEAVYT estima que entre el 1 y el 28 de enero Spanair ha vendido, a través de las agencias de viajes, alrededor de 8 millones de euros en billetes de avión, correspondientes tanto a vuelos operados como a otros que no se operarán. Gallego explica que están a la espera de las decisiones de Spanair y de IATA para proceder a la devolución del dinero correspondiente a estos vuelos, si bien advierte de que la irrupción del concurso de acreedores puede bloquear este dinero.
En cuanto a los pasajeros que abonaron el importe de sus billetes mediante tarjeta de crédito, la recomendación de CEAVYT es que pongan en pongan en contacto con su entidad para intentar paralizar el pago y obtener el reembolso.
El presidente de las agencias informó asimismo de que CEAVYT ha encargado un informe jurídico para valorar posibles acciones legales contra los gestores y propietarios de Spanair, dado el perjuicio que la quiebra y las recomendaciones "tendenciosas" de la aerolínea tras el cese de su actividad han ocasionado tanto al sector de agencias como a sus clientes.