Los nuevos aviones sustituirán a los más antiguos de la red principal que dejarán de operar.
Este pedido permitirá a Delta incorporar a su flota 100 aviones de 180 plazas equipados con tecnología de vanguardia y que consumen menos combustible, y sustituir los aviones más antiguos que se retirarán de la flota, sin perder capacidad. Los nuevos aviones mejorarán la rentabilidad de la compañía y ofrecerán a los clientes una experiencia a bordo insuperable. Con una capacidad de vuelo de 3.200 millas náuticas, el Boeing 737-900ER puede operar cualquier ruta de la red de Delta dentro de EEUU.
"Un elemento clave de la estrategia de Delta es realizar inversiones prudentes para el futuro, sin que ello afecte a nuestra política de austeridad y nuestra capacidad", comentó Richard Anderson, consejero delegado de Delta. "Con estos aviones Boeing de última generación podemos ofrecer a nuestros clientes una experiencia a bordo extraordinaria al tiempo que mejoramos el rendimiento para nuestros accionistas".
Las primeras entregas de aviones se producirán durante la segunda mitad de 2013. En dicho año se entregarán 12 aviones, de 2014 a 2017 se entregarán 19 aviones cada año, y los restantes 12 aviones se entregarán en el año 2018. Para cada avión se ha contratado un plan de financiación a largo plazo con condiciones ventajosas.
