La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) ha revisado a la baja las expectativas de la industria aérea para este ejercicio, en el que prevé una caída de los beneficios del 78% en relación a los resultados de 2010, que reportaron 18.000 millones de dólares. El incremento del coste del petróleo es el factor que más está perjudicando a las aerolíneas, según se ha puesto de relieve en la Asamblea General Anual de la IATA, celebrada esta semana en Singapur.
Según el informe de la IATA, el precio del petróleo ha alcanzado en esta última década sus cotas máximas. El precio medio estimado en 2011 del barril de Brent alcanza los 110 dólares, un 15% más de lo que se esperaba. Actualmente, el combustible viene a representar en torno al 30% de los costes de las compañías aéreas, más del doble de lo que suponía en el año 2001. Lo que ha pasado en estos diez años es que las aerolíneas han aprendido a operar de forma mucho más eficiente que ha servido de contrapeso a la evolución alcista del precio del petróleo.
Giovanni Bisignani, director general de la IATA hasta que la toma de posesión el 1 de julio de su sucesor Tony Tyler, ha indicado que además del coste creciente del carburante, la industria aérea mundial se está viendo influido por el terremoto de Japón y los conflictos en Medio Oriente.
La combinación de todos esos factores reducirá los beneficios de las aerolíneas en 2011 de los 8.600 millones de dólares que la IATA estimaba a la altura del mes de marzo a los mencionados 4.000 millones de dólares. En apenas tres meses es ajuste representa una caída del 54%.
Pese a la caída en los beneficios, los ingresos de las compañías aéreas serán mayores que en 2010. De hecho, la IATA calcula unos ingresos de 598.000 millones de dólares, lo que dejaría el margen de beneficio en el 0,7%.
Por regiones
Las compañías de Asia-Pacífico son las que mejor paradas salen, en términos de rentabilidad, en las previsiones de la IATA. La expectativa es que ganen 2.100 millones de dólares este año. No obstante, esa cifra está lejos de los 10.000 millones de dólares de beneficios que las aerolíneas de la región alcanzaron en 2010.
Por su parte, las compañías norteamericanas obtendrán en 2011 un beneficio de 1.200 millones de dólares, frente a los 4.100 millones del pasado año. Una de las causas es que la flota de aviones es mayoritariamente de edad superior y menos eficiente en el consumo de combustible.
En el viejo continente, las aerolíneas se enfrentan también a un 2011 complicado. La previsión es bajar de los 1.900 millones de dólares de beneficio en 2010 a 500 millones de dólares este año.
El sector aéreo en Latinoamérica continuará apoyándose en el crecimiento de las economías emergentes en el continente. Las relaciones económicas con EE.UU. y con Asia impulsarán el tráfico de pasajeros. No obstante, la previsión de beneficios para las compañías es de 100 millones de dólares, frente a los 900 millones de 2010. La misma previsión en términos de beneficios que la IATA estima para las compañías radicadas en la región de Oriente Medio.