
Los países que integran Oriente Próximo están llamados a convertirse, en el transcurso de una década, en el gran centro neurálgico del sector mundial de los viajes, si se cumplen las expectativas señaladas por el informe 'Securing the Prize for the Middle East', elaborado por Insights Management Consultancy a instancias de Amadeus.
El estudio prevé que en los próximos 10 años la región de Oriente Próximo duplicará el número de turistas hasta alcanzar la cifra de 136 millones, frente a los 54 millones de de 2008.
Asimismo, estima que el volumen de inversión en proyectos relacionados con el sector de los viajes y el turismo en la zona ascenderá a cuatro billones de dólares, de los cuales 86.000 millones se destinarán a infraestructuras aeroportuarias y 7.000 millones a proyectos hoteleros.
La previsión es que Oriente Próximo, apoyado en su excelente ubicación geográfica -en el centro de las principales rutas aéreas- estará en condiciones de beneficiarse del crecimiento de economías emergentes como China, India, Latinoamérica y África.
El estudio también destaca el continuo crecimiento económico que viene experimentando Oriente Próximo en comparación con los países del G8. Un crecimiento que no es ajeno a las importantes inversiones previstas en infraestructuras aeroportuarias y de alojamiento, sin excluir la apuesta por la innovación y la tecnología.
La conclusión es que la inversión en el sector de los viajes, el sector hotelero y el de la aviación permitirá a Oriente Próximo diversificar su economía con planes para expandir el turismo internacional, intrarregional e interno.
El turismo religioso se perfila como un factor a tener muy en cuenta en este futuro. Un buen ejemplo lo constituye el caso de Arabia Saudí, que en 2009 ingresó más de 7.000 millones de dólares de las visitas realizadas a lugares de peregrinación para los musulmanes. Se espera que en 2013 el país sea visitado por 15 millones de viajeros, frente a los 13 millones registrados en 2009.
Inconvenientes
Pero no todos son previsiones excelentes en el estudio. La consultora aconseja alejarse de la autocomplacencia de los buenos resultados conseguidos hasta ahora y advierte que el progreso del turismo dependerá de factores como la creación de un marco regulatorio común a toda la región para visados, inmigración y control del tráfico aéreo.
También apunta la necesidad de una mayor transparencia financiera e incide en la necesidad de que las aerolíneas muestren su independencia de las ayudas gubernamentales. En este sentido sería especialmente positivo que las principales compañías aéreas de la región se hicieran miembros en las alianzas internacionales que operan en el sector aéreo.