El continente australiano es uno de los destinos más sugerentes para cualquier viajero. Su espectacular biodiversidad, sus grandiosos entornos naturales y miles de kilómetros de magníficas playas, así como la animada vida de sus ciudades constituyen atractivos argumentos para lanzarse a programar el viaje.
Una alternativa para hacerlo más único si cabe es conocer el país a vista de pájaro. Desde el aire Australia ofrece imágenes que se grabarán en la retina del viajero. La clásica estampa de la ciudad de Sidney, con su famoso icono de la Ópera y el Puente del Puerto, impacta cuando se contempla desde las alturas.
El Puente de Sidney, que conecta el centro financiero de Sidney con la costa norte de la ciudad, constituye uno de los hitos de la ingeniería moderna. Fue construido en 1932, siendo entonces el puente de un solo arco más largo del mundo. Sus 130 metros de altura le otorgan entidad suficiente para mirar cara a cara a la imponente hilera de rascacielos que se elevan frente a él. En ellos bullen los negocios de la dinámica Sidney, la ciudad más antigua de Australia, aunque no su capital. Quienes gustan de sentir la adrenalina tienen la opción de aprovisionarse de un par de buenos arneses y escalar el puente. Varias empresas ofrecen la posibilidad de realizar esta actividad, entre ellas BridgeClimb Sydney.
Otra de las visiones más hermosas que ofrece Australia desde el aire es la del acantilado de los Doce Apóstoles alzándose sobre las aguas azul cobalto del Océano Antártico. Ha sido necesaria la acción de la erosión del viento, la lluvia y el mar durante 20 millones de años para que se hayan segregado estas enormes torres de roca caliza que se yerguen frente a la costa una vez derrumbados los arcos que les unían a tierra firme. El viajero, encaramado a los helicópteros que sobrevuelan el lugar, constatará que los Doce Apóstoles no son ya tales porque sólo quedan ocho en pié.
Canberra es una ciudad planificada, fundada en 1908 con el objetivo de albergar la capital de Australia. Su diseño fue encargado al arquitecto estadounidense Walter Burley Griffin, quien se preocupó por incorporar vegetación natural, amplios bulevares y que el agua tuviera una presencia importante. Aquí se encuentra la Casa del Parlamento, en un terreno formado por 23 hectáreas de jardines, resultando claramente identificable por un gran mástil de acero inoxidable.
Un paseo en globo al amanecer permite disfrutar de una visión única de la ciudad. Pero si se viaja a Australia durante el otoño, lo mejor es estar atentos a la celebración del Balloon Spectacular y disfrutar del espectáculo de un sinfín de globos despegando desde los terrenos de la Antigua Casa del Parlamento.
En el interior del continente, resguardado por un extenso páramo desértico, se encuentra otra de las maravillas de Australia, Ayers Rock, el monte Uluru en la lengua de los aborígenes. El inmenso monolito de arenisca, que ronda los 350 metros de altura, es Patrimonio de la Humanidad desde 1987. Para la tribu aún hoy propietaria de estas tierras, el Uluru continúa siendo un lugar sagrado, donde reposan los espíritus y se condensa la energía.
También forma parte del Patrimonio de la Humanidad la cordillera Bungle Bungles, otra excepcional panorámica para contemplar a vista de pájaro. Se encuentra en el Parque Nacional Purnululu y sus formaciones rocosas asemejan el aspecto de una enorme colmena.
Y de la gama de ocres de nuevo a los espectaculares azules, esta vez los que brinda el vuelo en helicóptero para sobrevolar la Gran Barrera de Coral. Ciertamente, desde el cielo, es la mejor manera de apreciar en toda su magnitud la belleza de esta maravilla natural, la única que se encuentra bajo el mar. Es más, la Gran Barrera es el único organismo vivo que se puede observar desde el espacio.
Australia se sitúa en las antípodas de España, pero el esfuerzo de las 24 horas de vuelo -si el viajero se atreve a realizar el trayecto de un tirón- se verá sobradamente compensado por las visiones espectaculares que el país nos reserva. Si el viajero quiere sumar alguna razón extra debe saber que de aquí al verano puede asistir a eventos interesantes como el Tasting Australia (29 de abril al 6 de mayo, www.tasting-australia.com.au), su popular festival gastronómico, que congrega a chefs de reconocida talla internacional; o el Margaret River Wine Region Festival (del 8 al 12 de abril, www.margaretriverfestival.com), un original acontecimiento dedicado al mundo del vino y donde es posible tanto degustar algunos de los mejores caldos australianos -una de las potencias del 'nuevo mundo' vinícola- como contemplar una original carrera de bólidos fabricados con barriles de vino. También por estas fechas los amantes del jazz podrán disfrutar de su música favorita en el Melbourne International Jazz Festival, que se celebra en la ciudad de Melbourne del 29 de abril al 7 de mayo (www.melbournejazz.com).
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www.australia.com