
"De una vez por todas estamos diciendo adiós a la crisis". Son las efusivas palabras de Juan Molas, presidente de la patronal hotelera, que ha presentado en Madrid las buenas perspectivas que el sector prevé para la temporada de invierno.
El Observatorio de la Industria Hotelera Española, informe elaborado por la Confederación Española y PwC, augura para la temporada de invierno 2015/2016 las previsiones más optimistas desde que comenzó a realizarse. El OHE hotelero, índice que recoge las perspectivas de los hoteleros, alcanza los 71,10 puntos para la temporada invernal (octubre-2015/febrero-2016). Esta puntuación representa una subida del 35,43% respecto al mismo periodo del año pasado y refleja de forma nítida la confianza del sector hotelero en que se abre un periodo de bonanza.
Cara a la temporada de invierno, las previsiones de los hoteleros apuntan crecimientos notables en todos los indicadores relevantes: en número de pernoctaciones, en rentabilidad de las empresas, en esfuerzo promocional y publicitario -público y privado-, y en precios. La patronal hotelera confía en que se prácticamente se recuperarán los niveles de ingresos del año 2008, lo que equivale a remontar efectivamente la crisis. La previsión de ADR (ingreso por habitación ocupada) muestra su mejor dato desde 2008 y la de REVPar -ingreso por habitación disponible- supera los niveles de aquel año.
Es así porque las predicciones apuntan a que el número de viajeros, tanto nacionales como extranjeros, alojados en los hoteles españoles aumentará este invierno. Las perspectivas económicas en la zona euro, donde se ubican nuestros principales mercados emisores de turismo, son muy positivas. Reino Unido, el primer emisor, disfruta de unos niveles idílicos de paro, en el entorno del 5%. Por otro lado, el tipo de cambio dólar/ euro favorece la llegada de turistas de mercados como EE.UU. y Canadá.
Mientras, en el Mediterráneo, destinos como Túnez y Egipto sufren en sus sectores turísticos las lamentables secuelas de los atentados terroristas. Aunque desde la CEHAT aseguran que es "imposible" saber cuántos turistas que hubieran viajado a estos países han elegirán o elegirán venir a España, sí admiten que las programaciones -y las cancelaciones- de los turoperadores son conocidas.
En el mercado interior, la demanda de consumo española muestra una tendencia positiva, acorde a la mejora económica, lo que también contribuye a la confianza de los hoteleros. Sólo un exiguo 10% piensa que su clientela nacional no se verá incrementada en esta temporada de invierno.
Por zonas turísticas, el informe de la patronal vaticina una gran temporada de invierno para Canarias y también para el levante peninsular. Buenas previsiones también para el turismo de nieve; el frente de frío que se espera para este mismo fin de semana podría traer las primeras nieves y las estaciones de esquí estarían en condiciones de abrir la temporada con un buen puente de diciembre. ?Es muy importante porque en muchas comarcas de montaña el turismo de nieve supone hasta el 80% de su PIB?, reitera Molas.
Con este panorama tan halagüeño de mejora de la ocupación, los hoteleros tienen claro que esta temporada podrán recuperar precios. Un 66,8% de ellos prevé una subida. El presidente de la CEHAT asegura que el cliente acepta ahora que la calidad tiene un precio y la hotelería española cuenta con un prestigio reconocido en este sentido.
De la crisis financiera a la crisis del negocio
Juan Molas hace un balance muy positivo del año 2015 y del clima de optimismo con el que se cierra en lo tocante al sector. El turismo de sol y playa sigue mostrando un gran potencial, suponiendo más del 70% de la demanda, pero ganan cuota otras modalidades turísticas donde hay nicho para crecer. El turismo enológico, con un millón de visitantes en las bodegas, el turismo de naturaleza, que ya supera los 300.000 turistas, o el turismo de montaña, con más de 600.000 visitantes en nuestros Parques Naturales son exponentes de esta tendencia.
Apoyándose en esta diversificación y creación de producto turístico, Molas apunta que el turismo español está abocado a "dejar atrás la crisis financiera para dar la bienvenida a la crisis del negocio". Esto se traduce en que el sector hotelero debe adaptarse a las transformaciones que se están sucediendo en el turismo a gran velocidad. Y lo está haciendo movilizando un volumen de inversiones muy importante, apunta el hotelero.
Estos cambios implican ser capaces de atraer a nuevos (y lejanos) mercados de turistas y crecer desarrollando concepto de producto. Potenciar el valor de la marca y concentrar todas las estrategias en el cliente son ya las claves del negocio. "Estamos ante un cambio de era más importante que la propia revolución industrial en su día", proclama el presidente de los hoteleros, que no duda en afirmar que, "si no se producen acontecimientos especialmente negativos", estamos a las puertas de unos años -comenzando por 2016- de crecimiento y buenos niveles de facturación en el sector turístico.