
El conflicto de intereses entre el sector hotelero -el alojamiento reglado convencional- y las viviendas turísticas escala en intensidad en Madrid ante la inminente aprobación por parte del Gobierno de esta Comunidad del Decreto sobre Apartamentos Turísticos y Viviendas de Uso Turístico, que regulará su actividad.
"La nueva normativa ordenará un modelo de alojamiento de gran éxito en las principales capitales del mundo y que en Madrid da trabajo a miles de personas", argumenta Joaquín A. Gorrachategui, presidente y fundador de la Asociación de Empresarios de Apartamentos y Viviendas de Uso Turístico de Madrid, que representa a más de 2.500 viviendas turísticas en la capital y genera 400 empleos directos y cerca de 1.200 empleos indirectos.
La patronal hotelera -CEHAT, Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos- lanzó este martes un Manifiesto acusando a las viviendas turísticas de generar economía sumergida y moverse en un marco de competencia desleal. Apenas dos días después, la Asociación que preside Gorrachategui ha rebatido los argumentos de los hoteleros en una rueda de prensa celebrada en una de las viviendas turísticas que alquila, un apartamento con una céntrica ubicación en el que dos personas pueden alojarse por 60 euros al día. "El mercado está evolucionando y hay que ponerse al día", ha espetado Gorrachategui en relación a las protestas de los hoteleros que se quejan de que sus establecimientos deben cumplir con alrededor 250 requisitos administrativos para operar.
Por el contrario, el borrador del Proyecto de Decreto tramitado por la Consejería de Empleo, Turismo y Cultura de Madrid exige a las viviendas de uso turístico como requisitos principales la inscripción en el Registro de Empresas Turísticas, un seguro de responsabilidad civil y un teléfono de atención las 24 horas del día. También será requisito obligatorio el "uso exclusivo" como vivienda turística, quedando terminantemente prohibido el alquiler de la vivienda habitual o de habitaciones sueltas como vivienda o alojamiento turísticos.
La Asociación madrileña manifiesta abiertamente su satisfacción por la aprobación de una regulación que dará luz verde y canalizará su actividad. "La nueva normativa nos dará cobertura y un paraguas jurídico; crearemos más empleo, riqueza y contribuiremos más a la Hacienda Pública", defiende su presidente.
Gorrachategui afirma que en su Asociación "no hay economía sumergida" y asegura inclusive que no son competencia para los hoteles. "Somos un alojamiento alternativo, tenemos como cliente un turista diferente al del hotel", apunta. El perfil de turista que opta por el apartamento turístico es de clase media, ejecutivos o familias que buscan la comodidad, poder disponer de una cocina, y experimentar la vida del barrio de cuya economía "tiran". La estancia de este turista, considerando las estadísticas de la Asociación, es superior a la del turista de hotel, cinco noches versus dos. "Estamos ampliando el abanico de turismo que viene a Madrid y las posibilidades de atraer más turismo", recalca.
1 millón de euros en promoción
La proliferación de viviendas turísticas es un fenómeno directamente relacionado con Internet, canal que posibilita la comercialización al mercado nacional y, sobre todo, al internacional. Hay pocas cifras ?o estimaciones- sobre el negocio que mueve toda esta actividad. La agrupación turística empresarial Exceltur apunta que el uso del alojamiento no reglado se ha incrementado entre los turistas extranjeros en más de un 28% desde el inicio de la crisis a nivel nacional, representando actualmente el 13,4% del mercado.
Pero se desconoce el volumen aproximado de negocio. La propia Asociación de Madrid, de la que forman parte unos 40 empresarios, asegura no tener calculada su facturación anual, aunque su presidente sí tiene clara una cifra, lo que se gastan en promoción: alrededor de 1 millón de euros para la captación de clientela internacional. Una inversión con la que están logrando ocupaciones de entre el 60% y el 70%.
"En Madrid no ha habido problemas"
A la luz de los diversos problemas que están surgiendo en Barcelona, donde el Gobierno de la Generalitat reguló más tempranamente la vivienda turística, Gorrachategui responde que en Madrid no se han registrado problemas ni altercados de índole vecinal. Es más, el responsable de la Asociación madrileña considera que las viviendas turísticas aportan valor a las comunidades de vecinos, puesto que sus promotores son los primeros interesados en ofrecer unas zonas comunes limpias y bien mantenidas, contribuyendo activamente a ello.
Respecto a las garantías de consumo, Gorrachategui responde que en su Asociación existen hojas de reclamación a disposición de los clientes y que, acorde a la normativa en vías de publicarse, estos podrán reclamar por los mismos conductos que cualquier otro turista en la capital. "Nuestras viviendas turísticas pagan sus impuestos, tramitan los pagos de los turistas a través de tarjeta de crédito y colaboran con la Policía Nacional en el control de los huéspedes", reitera Gorrachategui en su defensa de un tipo de alojamiento que es una realidad cada vez más extendida y que se presenta a sí mismo como la "democratización del turismo".