Transportes

La Generalitat quiere absorber la red de Renfe de Cercanías, regional y AVE

  • Ofrece 3 millones de euros anuales por el traspaso de estas infraestructuras
Rodalies de Catalunya.

Cercanías es un tema de máxima actualidad en Cataluña. A los últimos y numerosos problemas en la red, se suman otros como la huelga prevista para el próximo viernes, porque los trabajadores reclaman más inversiones para evitar la privatización parcial de Renfe. En este escenario dantesco, la Generalitat ha presentado por vez primera un plan con los pasos que quiere dar para quedarse con la totalidad del servicio de Cercanías, regionales y AVE (que incluye la propiedad de los trenes de Renfe y las catenarias y estaciones de Adif).

El Gobierno de Carles Puigdemont ya adelantó de forma oficial su intención de gestionar la totalidad del servicio de Cercanías (Rodalies) en su primer contacto con el Ministerio de Fomento, donde el conseller de Territorio, Josep Rull, y la ministra, Ana Pastor, debatieron sobre esta cuestión. Lo que es una novedad es el reclamo de la red regional y del AVE.

Varias fases diferenciadas

A diferencia de temas como la independencia, la Generalitat plantea hacer un traspaso pactado con el Gobierno. Por ello, insta a que el Ministerio de Fomento desclasifique las infraestructuras catalanas para que no sean "de interés general". En ese caso, sería el Consejo de Ministros quien decidiría.

Una vez desclasificadas estas infraestructuras, la Generalitat reclamaría el expediente de traspaso como ya ha sucedido con otras transferencias (línea ferroviaria Lleida - La Pobla en 2005). En ese momento, se convocaría una comisión bilateral con tres partes diferenciadas donde el Gobierno y la Generalitat seguirían negociando cómo se hace efectivo este traspaso. La oferta de la Generalitat es clara: tres fases donde progresivamente Cataluña iría adquiriendo, en primer lugar, Cercanías; en segundo, la red regional; y por último, la red de alta velocidad.

Los primeros corredores que pasarían a ser propiedad de la Generalitat son los nudos exclusivos de Cercanías (Rodalies), como el de Castellbisbal y Arco del Triunfo, o el que conecta el centro de Barcelona con Maçanet Maçanes por sus diferentes líneas. Lo único que conservaría Fomento serían algunas circulaciones de Mercancías.

En ese punto, la operadora Adif sería substituida por Ifercat, que actualmente se encarga del mantenimiento de la infraestructura de los Ferrocarriles catalanes. La oferta de la Generalitat es culminar todo este proceso con el pago de 3 millones de euros a Fomento, además de asumir futuras inversiones para la gestión correcta del servicio, catenarias y convoyes. Este desembolso posterior sería de 12 millones de euros para instalar un centro de Control de Tráfico Centralizado (CTC) en la Estación de Francia (Barcelona). Estos centros igualarían la gestión del tráfico de Cercanías con el de Alta Velocidad.

Con esto, la Generalitat pretende completar un proceso "que quedó cojo", en referencia al traspaso de Rodalies en 2009, con el que se hizo con la titularidad del servicio, pero no de las vías ni los trenes, así como sus problemas.

Un traspaso incompleto que viene de 2009

La Generalitat quiere culminar lo que en 2009 no pudo acabar. En aquel año, el Gobierno socialista de Zapatero accedió a traspasarle el servicio de Cercanías para mejorar la eficacia de un servicio muy deteriorado en Cataluña por las bajas inversiones realizadas. Aunque sobre el papel,  la Generalitat debía asumir  el control de su red ferroviaria de ?Rodalies?, sólo se hizo con la titularidad del servicio. Es decir, con la potestad de regular horarios y adaptarlos para su multimodalidad.

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