Para lograr una movilidad sostenible, tanto urbana como en grandes distancias, de pasajeros o de mercancías, hay diversas hojas de ruta que pueden recorrerse. Entre ellas, destacan las inversiones en digitalización y también las que tienen que ver con las infraestructuras del propio sector. Ambas permitirán combinar el uso de los distintos medios de transporte, mejorar la experiencia del usuario y potenciar, por ejemplo, el uso del transporte público y del vehículo eléctrico, reduciendo las emisiones.
Sobre estos temas deliberaron los participantes en la primera mesa Transición hacia un futuro sostenible: Infraestructuras, movilidad y Smart City del IX Foro Industrial: Megatendencias digitales, sociales y económicas, organizado por elEconomista con el apoyo de BBK, Cosentino, Engie, FCC, LafargeHolcim, McKinsey & Company y Siemens.A su vez, los ponentes se mostraron de acuerdo en la importancia de las ayudas europeas Next Generation y de los Pertes a la hora de acometer estas inversiones.
Según los datos del Observatorio del Transporte de 2020, mencionados durante la mesa por Julián Núñez, presidente de Seopan, el 88% de la movilidad de las personas se realiza en carretera, el 8% en avión y el 4% en ferrocarril.
Esto nos deja ante un panorama preocupante, ya que el transporte por carretera es más contaminante que, por ejemplo, el del ferrocarril, que permite que más personas se desplacen al mismo tiempo, minimizando las emisiones.
Así lo transmitió Agustín Escobar, presidente y CEO de Siemens España, afirmando que el ferrocarril "debe ser el eje vertebrador de la movilidad sostenible porque es la forma más sostenible de poder movilizar de forma masiva la mayor cantidad de personas con un mix de generación lo más óptimo posible".
De la misma forma, este problema podría mejorarse aumentando el uso de los vehículos eléctricos, pero, en nuestro país, aún queda trabajo que hacer en esta área, como aumentar los puntos de recarga operativos, una asignatura que, por el momento, está pendiente.
En este sentido, Escobar defendió que el futuro en materia de sostenibilidad pasa por una movilidad segura y conectada, "que ponga cada vez más el foco en el pasajero".
"La movilidad sostenible implica que haya un alto grado de electrificación", sentenció, considerando que es un camino "coherente" con las políticas del Gobierno y con los fondos Next Generation y los Pertes, los cuales se centran en la electrificación de las flotas de vehículos.
Por otra parte, señaló un punto clave en la conexión del pasajero: "Ahí es donde la digitalización tiene un papel fundamental como vertebrador", indicó. De esta forma, "el cambio de paradigma en la movilidad individual nos va a permitir que el usuario esté en el centro y pueda planificar sus viajes puerta a puerta, conectando diferentes sistemas de movilidad tanto a nivel de largas distancias como de micro-movilidad".
Sin embargo, Escobar destacó que, para lograr este avance, es prioritario que exista una colaboración público-privada.
Transporte público
De la misma forma, el transporte público también debe mejorar su eficiencia, para atraer a los usuarios y, de esta forma, disminuir el CO2 arrojado a la atmósfera.
Manel Villalante, director general de Desarrollo y Estrategia de Renfe, incidió en el hecho de que "nuestro país tenía un déficit endémico en inversión en transporte", lo cual, según el ponente, "nos hacía poco competitivos con Europa". Sin embargo, los fondos de cohesión "nos permitieron construir una red de alta velocidad que es la segunda mejor del mundo, así como mejorar nuestra red de carreteras"
Sin embargo, hoy en día, "estamos en una época de emergencia climática", tal y como destacó este experto, la cual "requiere un cambio de modelo hacia la digitalización".
Según la opinión de Villalante, la solución pasa más por invertir más en "superestructuras" que en "infraestructuras", ya que se debe mejorar la eficiencia y, con ello, la experiencia del pasajero. "La gente pide ir de puerta a puerta y que los tipos de transporte se coordinen, por eso hemos ido abandonando a lo largo de los años la inversión en hormigón", explicó.
Por ello y con el objetivo de convertirse en innovadora a nivel mundial, Renfe ha desarrollado un proyecto para desarrollar una plataforma de movilidad junto a sus partners Everis y Siemens, con una inversión importante 45 millones de euros. "Esperamos que sea socialmente rentable en tres o cuatro años", anunció.
Estas afirmaciones se contrapusieron con la intervención de Carmen Díaz, CEO de LafargeHolcim, la cual defendió que, a pesar de que la fabricación de hormigón supone la emisión de CO2, actualmente están trabajando en diversas fórmulas de economía circular para hacer su sector más sostenible.
"El hormigón es el material más utilizado en el mundo después del agua y es reciclable al 100%", defendió. "El cemento, que es el material que se utiliza para fabricar el hormigón, nos va a permitir esa movilidad y ese progreso que permita conectar a personas y poner al usuario en el centro", agregó.
Según la ponente, su empresa tiene una serie de compromisos y retos para la descarbonización. "Entre todos tenemos que disminuir el impacto y la huella ambiental", apostilló, ya que "se estima que en 2050 el 70% de la población vivirá en ciudades y estas tienen que ser sostenibles, circulares y conectadas. Y esto se va a tener que hacer sí o sí con infraestructuras".
En un punto medio entre estas dos posturas, Silvia Roldán, CEO de Metro de Madrid, afirmó que la política de la Comunidad de Madrid respecto al transporte apuesta por estos dos aspectos esenciales, que "no son incompatibles". En primer lugar, se refirió al desarrollo de nuevas infraestructuras, lo cual, según dijo, "es esencial, ya que, no solamente es un elemento vertebrador y de cohesión territorial, sino que, además, crea PIB, fomenta la competitividad y hace crecer la economía y a las empresas privadas. Estamos hablando de que solamente en el ferrocarril tenemos un 9% de contribución al PIB".
Como ejemplo, Roldán nombró el proyecto de la Comunidad de Madrid respecto a la ampliación de varias líneas de metro, como la línea 11, la línea 3 o la línea 5. "Apostamos por el crecimiento de las infraestructuras ferroviarias porque consideramos que el ferrocarril es el eje vertebrador de las ciudades", añadió. Por ello, las infraestructuras de metro pasarán de 300 kilómetros a 340.
Asimismo, concretó: "Tenemos dos políticas: vamos a hacer frente a la compra del material rodante que tenemos en arrendamientos, utilizando 350 millones, más los 100 millones que ya hemos pagado de esta opción de compra que nos vence. Y, ahora mismo, estamos ultimando los pliegos para la licitación del nuevo material rodante, un tren digital muchísimo más moderno que, lo que nos va a permitir, es ampliar la capacidad de transporte de Metro de Madrid".
El segundo aspecto mencionado por la CEO de Metro de Madrid fue la mejora de "la experiencia del cliente". En este sentido, explicó que se la empresa cuenta con un proyecto de transformación digital, denominado Smart Rail, que busca desarrollar "el tren digital y la estación 4.0". En el primero de ellos se trata de emplear las herramientas de mantenimiento predictivo para ganar en eficiencia y reducir los costes. "Ese tren va a estar conectado con el usuario porque es lo que nos piden: tener datos en tiempo real".
Esto supone "un proceso de refinería inversa dentro de la empresa para que los trenes antiguos puedan disponer de esos sistemas de sensorización", dijo. A su vez, la estación 4.0 estará conectada con el usuario y su forma de acceder a las instalaciones será "más fácil e intuitiva".
La ponente explicó que, usando fondos Next Generation, el Consorcio Regional de Transporte (el propietario del título del transporte en la Comunidad de Madrid) implantará nuevas formas de pago y tokens no solo en la entrada, sino también en la salida, de forma que sea posible tener "matrices origen-destino" y recabar datos sobre los viajes de los usuarios.
"Cuando hablamos de sostenibilidad parece que solamente hablamos de eficiencia energética o de reducción de la huella de carbono. Pero sostenibilidad significa que el transporte público tiene que llegar absolutamente a toda la sociedad, tiene que ser inclusivo, porque es la única manera que tenemos de fomentar el uso del transporte público", afirmó.
Entregas sin emisiones
Por último, Romina Lorenzo, directora general de UPS España y Portugal, abordó el problema de las empresas de reparto y delivery, los cuales se enfrentan a una serie de retos a la hora de disminuir sus emisiones.
Por ejemplo, se encuentran con un problema en los aparcamientos "puesto que los accesos no están hechos a la medida de nuestros vehículos, tendríamos que utilizar vehículos más pequeños y que no van de acorde con nuestra operativa". Además, explicó que se encontrarían un problema al tener que usarlos de noche, puesto que parte de su operativa sucede a esa hora para poder repartir a primera hora de la mañana.
Sin embargo, afirmó seguir "en negociaciones y abiertos para ver cuáles son las alternativas que nos pueden ofrecer con respecto a la Movilidad Urbana".
De la misma forma, Lorenzo comentó las inversiones de la empresa en materia de vehículos eléctricos. "Tenemos, a nivel mundial, 12.000 y, en Europa, unos 300". De la misma forma, comentó que cuentan con 3500 puntos de entrega en España, llamados UPS Access Point para que las personas puedan recoger sus pedidos. "Esto produce un 33% menos de emisiones de CO", especificó.
Por último, respecto a los vehículos eléctricos, comentó que 300 de sus camiones utilizan combustible renovable. Sin embargo, esto solo supone un 3% de su flota, compuesta de 3000.