
Tras la pandemia, los viajeros han encontrado en los pueblos la solución para huir de las masas, por lo que ha aumentado su popularidad. Sin embargo, estos territorios aún tienen que hacer frente a retos como la digitalización, la inflación y la sostenibilidad.
Las zonas rurales se han visto especialmente afectadas por el éxodo de sus habitantes hacia las ciudades, lo que ha dado lugar a un fenómeno conocido como España Vaciada. Sin embargo, el auge del turismo rural tras la pandemia de la Covid-19 se presenta como una solución para revitalizar estos municipios e impulsar su desarrollo económico.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística (INE) el alojamiento en campings, casas rurales y apartamentos turísticos en zonas de interior aumentó un 19,3% durante julio de 2021, respecto al mismo mes del 2019, el último antes de la pandemia. En cuanto a 2022, a pesar de que la temporada aún está comenzando, las reservas de alojamientos rurales ya superan el 50% de ocupación.
Así, los viajeros buscan en los pueblos y zonas de campo y montaña la posibilidad de eludir las masas típicas del turismo de playa. Se trata de una tendencia muy positiva para los municipios de estas áreas, ya que un reciente informe de Naciones Unidas ha puesto de manifiesto que el turismo es una actividad imprescindible para la recuperación económica del territorio español. Este estudio se basa en datos de la Organización Mundial del Turismo (OMT) y subraya la importancia del sector para las economías en desarrollo, incluyendo los pequeños Estados insulares en desarrollo (PEID), por su papel en la creación de empleo e incremento del comercio.
Sin embargo, para que las zonas rurales sean capaces de competir contra el resto de áreas, especialmente contra el turismo de costa, es necesario que se realice una planificación estratégica que tenga en cuenta las demandas y necesidades de los clientes y que ofrezca un gran abanico de opciones.
Tendencias en el turismo rural
Según los datos del XIII Barómetro del Turismo Rural en España, desarrollado por el portal especializado en turismo rural Clubrural.com, el destino favorito de los turistas rurales durante el año 2021 fue Cataluña, con aproximadamente el 22% de las peticiones de reserva, 3 puntos por encima del año anterior. A continuación, la Comunidad de Madrid, escaló una posición respecto al 2020 y contó con el 13% de las solicitudes. Por último, Andalucía, es la tercera en la clasificación ya que perdió dos puntos, alcanzando el 12%.
Sin embargo, es Castilla y León la comunidad que cuenta con un mayor número de alojamientos rurales, perteneciendo a este territorio el 20,2% de ellos. A continuación, Andalucía y Cataluña contabilizan un 13,7% y un 12,9%, respectivamente. A pesar de todo, los hospedajes más valorados se encuentran en Baleares, País Vasco y Castilla y León.
En cuanto a los precios, la inflación también se ha trasladado al sector del turismo rural, principalmente debido al incremento de los costes energéticos y de las materias primas. Por este motivo, según datos de Clubrural, el 41% de los propietarios adscritos han tenido que aumentar el precio por noche, frente a un 42,7% que ha podido mantener el precio. En general, el gasto diario en el sector turístico en 2022 es, de media, 32 euros superior al de 2019, de acuerdo con los datos de eBooking.
Digitalización y sostenibilidad
El futuro del turismo rural pasa por un viajero más exigente e informado, que busca "información del destino, tanto del alojamiento como del municipio o gastronomía", explican desde Clubrural a elEconomista.es. Por otro lado, "las reseñas y opiniones se han convertido en un factor fundamental en su decisión de compra o reserva", destacan.
Desde la plataforma, afirman que han observado "un perfil de viajero más preocupado por la conservación del medio ambiente y del planeta" que, por lo general, se corresponde con un perfil más joven. En este caso, se trata de viajeros más digitales, que por la circunstancia de los dos últimos años "se han visto obligados a reservar online por cada una de sus actividades rutinarias como consecuencia de los aforos máximos establecidos", y esto ha llevado a una "digitalización forzada", inciden.
En cualquier caso, la digitalización es un requisito indispensable hoy en día para las empresas turísticas, al igual que para el resto de sectores. Debido a ello, se creó, en 2021, la Federación Digital de Turismo (FEDITUR), con el objetivo de dar visibilidad y de promover la transformación digital en el medio rural, prestando especial atención a la mejora de la cobertura y conexiones digitales.
Por otro lado, las empresas de estos territorios también pueden servirse de los programas de digitalización financiados con los fondos europeos de recuperación.