El turismo de interior ofrece un abanico de posibilidades tremendamente atractivo en un país de la diversidad del nuestro. Su feria de referencia -con una vocación internacional además- es INTUR. A lo largo de catorce ediciones (la última acaba de concluir, a finales de noviembre) este certamen organizado por Feria de Valladolid ha evolucionado de forma acompasada al propio desarrollo de turismo de interior, sirviéndole de plataforma.
Obviamente, INTUR ha acusado también la crisis -como el turismo en general- pero ha apostado por sobreponerse a ella. Y lo ha hecho recurriendo a la imaginación y a la innovación. Porque, como dice el director general de la institución ferial, Carlos Escudero, también director del certamen, el futuro de las ferias pasa por un modelo de soluciones más sencillas y creativas, al tiempo que eficaces. El incremento de visitantes a INTUR -un 2% sobre los 43.000 de 2009- le da la razón.
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Pese a la crisis, INTUR ha logrado presentar una edición con más expositores y más visitantes que el año anterior. ¿Han bajado el precio del metro cuadrado para incentivar la participación?
No, hemos mantenido los precios en todas las ferias. Pero INTUR es muy asequible. No obstante, hay diferencias sensibles entre los precios de los diferentes certámenes. Algunas ferias, que son de mucho metraje, deben tener precios más bajos necesariamente porque sino el coste de participar sería elevadísimo.
En general, la tendencia es que los expositores están recortando el presupuesto y gastándose menos en las ferias y no necesariamente porque contraten menor superficie, sino porque realizan montajes de stands menos costosos. Hay menos madera y, por el contrario, más aluminio y más cartón, pero sobre todo más diseño. En la feria de ARPA (Arte & Patrimonio), que hemos celebrado recientemente se ha visto muy clara esta tendencia: los diseñadores se han esmerado, todo va cuidadísimo, pero se opta por materiales más económicos y montajes sencillos.
Mantener los precios ha permitido superar ligeramente la participación de 2009, recuperando los niveles de 2008. Han sido 1.250 expositores...
El metraje más o menos ha sido el mismo, hemos trabajado con los mismos pabellones. Lo que efectivamente sí hemos conseguido ha sido incrementar el número de expositores. Para nosotros el valor es que el visitante profesional ha visto aumentada la oferta y, por lo tanto, el servicio prestado es mayor.
No obstante, hay Comunidades Autónomas que no han venido y que el año pasado sí lo hicieron...
Entidades que van y vienen, de edición en edición, siempre hay. Los tiempos corren. Pero lo significativo es que aunque una Comunidad no esté presente por las circunstancias que sean -caso este año del País Vasco- nos encontramos con que sí participan sus provincias o ciudades, como Bilbao o San Sebastián. Eso quiere decir que la feria "funciona". Esto nos alegra tanto como la vuelta de expositores. Ahí está de nuevo Iberia. Teniendo en cuenta la crisis que padecemos, agradecemos especialmente el esfuerzo de acudir.
¿Satisfecho entonces con esta edición de INTUR?
Mucho. Una cosa que me llama la atención de INTUR y del sector turístico en general es el enorme esfuerzo en imaginación que hacen quienes promueven el turismo para buscar nuevos reclamos sobre los productos turísticos, que cada vez son más y nuevos. Los recursos buscan crecientemente la justificación sólida para que el turista vaya a su territorio. No basta con tener el patrimonio, el museo o la iglesia, sino que hay que desarrollar una variedad de actividades y aplicar el talento en nuevos reclamos.
También INTUR ha hecho un esfuerzo de imaginación, incorporando secciones como Los Fogones o contenidos de calibre, como el Congreso de Turismo Accesible. ¿Cómo es el proceso?
Es el resultado de tener a un equipo de profesionales pensando al respecto, dándole una y mil vueltas, trabajando nuevos conceptos y después, también, de recabar opiniones externas. Así vamos perfilando esas novedades con las que atraer. Pero, lógicamente, tampoco podemos dejar de consolidar lo que tenemos.
¿Cómo surgió la idea de incorporar este año el turismo gastronómico mediante Los Fogones?
El tema de la gastronomía está latente en todo lo que es turismo de interior. Se trataba de incentivar la imagen y el buen hacer de un sector que atrae cada vez más turismo. También de dar un servicio a quienes están en la feria estos días. Ha sido una iniciativa abierta en la que han querido participar distintas regiones (Madrid, Castilla y León, y del lado de Portugal, Sierra da Estrela y Bragança). Dado que es una apuesta nueva, estamos testando en esta edición cómo funciona. Pero, lo que ha quedado muy claro es el buen producto que han presentado los participantes en Los Fogones y el aliciente añadido que ha supuesto la celebración paralela del Campeonato de Cocineros.
Otra de las novedades han sido los micro-debates. Háblenos de esta iniciativa.
Ha partido de la Junta de Castilla y León. Ellos han apostado mucho por las nuevas tecnologías y por esta metodología que conecta con el concepto de imaginación al que me refería antes.
Qué lugar ocupa INTUR entre las que acoge Feria de Valladolid
Es de las principales. Para la ciudad también es una de las más importantes por la afluencia de visitantes e ingresos que genera. Es cierto que la Feria de Muestras recibe más público a nivel general, pero INTUR tiene otro perfil de tipo profesional. Feria de Valladolid ha ido evolucionando con la incorporación de nuevos certámenes, más dimensionados y profesionales. Estamos en ese camino, de hacer cosas nuevas y útiles para cada sector, pero que no supongan inflación de ferias. Hay que innovar, no canibalizar.
¿Cuántas ferias propias tiene Feria de Valladolid
Estamos en unas 17 ó 18. Este año hemos organizado más certámenes propios y también algunos más promovidos por otros organizadores. También hay ferias -como la del vehículo de ocasión- que han pasado a tener dos convocatorias. Otras han sufrido las consecuencias de la coyuntura que vivimos, como la que organizaban los promotores de viviendas. Ahora se ha transformado en una muestra que ocupa el hall de Feria de Valladolid y que convoca dos citas anuales. Pero es espléndido que haya encontrado esta readaptación que les sigue dando buenos resultados comerciales.
¿Se recuperan los niveles anteriores a la crisis en lo que respecta a las ferias?
Hemos entrado en una tendencia diferente. No da la sensación de que superada la crisis las cosas vuelvan a ser como eran antes. Vamos a soluciones más sencillas y a un mayor protagonismo de las nuevas tecnologías.
¿Como será el modelo ferial en el futuro?
La UFI (Unión de Ferias Internacional) está actualmente elaborando una encuesta entre las instituciones feriales para dilucidar cómo será el modelo ferial en el año 2020. Será muy interesante lo que diga ese informe. Personalmente, me inclino por anticipar el éxito de las soluciones sencillas y de los modelos más micro, donde las nuevas tecnologías harán que todo sea más transparente. Se viene cuestionando últimamente si las ferias seguirán existiendo en el futuro, en ese mundo digital dominado por Internet. Mi opinión es que la feria, como tal evento, seguirá existiendo, porque "verse" es importante, es fundamental. Contar algo personalmente es insustituible.