Tenis

Sexo, drogas, orgías y una reunión con Bush y Bin Laden: la vida de excesos de Björn Borg

Borg entrega a Rafa Nadal uno de sus títulos de Roland Garros

El mito de uno de los tenistas más laureados de la historia, el sueco Björn Borg, podría estar en entredicho, debido a los excesos cometidos durante toda la vida del deportista, según una autobiografía publicada por la que fuese su pareja sentimental, la cantante italiana Loreadana Berté.

Según se relata en este libro, Borg tenía una "monstruosa dependencia de la cocaína", que le llevó hasta a "dejar ganar a McEnroe en Wimbledon en 1981".

"En Milán, se bajaba en medio de la calle y pedía droga a cualquier que pasaba por allí. Se quería meter y no le importaba nada, ni la reputación ni las consecuencias", relata, antes de calificarle como "una marioneta con gafas de sol, un hombre perdido, una ruina".

Los vicios le llevaron también a llevar a cabo dudosas prácticas sexuales. "Hacíamos juegos extraños, desafíos entre dos locos como nosotros. Una vez me metió una pistola en la boca para jugar a la ruleta rusa", explica la cantante, que también cuenta como el tenista "quería hacer una orgía y a mí, sólo de pensarlo me daba asco".

En una ocasión, Borg llegó a alquinar una planta de un hotel "para llenarla de prostitutas". "Llamó personalmente a recepción y pidió que se aseguraran de traerle chicas muy putas. Me daba asco. Se presentaron varias con abrigos de piel y fustas en las manos. Él se me acercaba de manera melosa y me intentaba convencer para hacerlo", refleja.

Berré también cuenta como una vez fueron invitados a la casa Blanca por George Bush padre y "se encontraban allí un par de invitados de honor, los Bin Laden, padre e hijo, que se movían como grandes amigos de la familia, tenían negocios con él y no hacían nada para ocultarlo".

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