
El español Rafael Nadal venció al serbio Novak Djokovic, por 7-5, 2-6 y 6-2 en tres horas y tres minutos, y se clasificó para disputar por segundo año consecutivo la final del Masters Series de Hamburgo, donde de nuevo se enfrentará con el suizo Roger Federer.
El de Manacor eligió un buen día para desplegar todas sus virtudes sobre tierra batida, las que le han convertido en el mejor del mundo en esta superficie, y salvó con pelea, carácter y clase su lucha por ser el perseguidor de Federer, contra el que mañana vivirá otro duelo en la antesala de la llegada de Roland Garros.
Nadal no se inmutó por la furibunda salida del balcánico, ni por la pérdida del segundo set ni por la cantidad de pelotas de 'break' que concedió, un total de 19, posiblemente su peor dato del día, pero que no fue aprovechado por el ganador del Abierto de Australia, que fue perdiendo poco a poco los nervios, aunque ofreció golpes también de auténtico 'maestro'.
Estos aparecieron en el inicio del primer set y en el segundo. Los primeros le sirvieron para arrollar al español y ponerse con un claro 3-0, que no fue definitivo a pesar de lo que los espectadores estaban viendo en la pista porque el número dos del mundo reaccionó y empezó a incomodar a su rival.
Nadal fue creciendo y su tenis comenzó a hacer mucho más daño a Djokovic, que de dominador pasó a ser dominado y a verse 5-4 abajo y saque para el español. 'Nole' estaba cada vez más nervioso, pero sin embargo retrasó la pérdida de la manga con un 'break' provocado en parte por el 'warning' en contra del manacorí, que se descentró, aunque sólo por un juego porque al siguiente recuperó el saque perdido y luego sentenció (7-5).
Djokovic no se rinde
El campeón en el Foro Itálico no lograba digerir el cómo había perdido el set y daba muestras de nerviosismo, una situación que podría allanar la victoria del balear, pero nada más lejos de la realidad.
El serbio no se descompuso, recurrió otra vez a sus golpes y las subidas a la red para desbordar nuevamente a Rafa Nadal, que cedió su servicio en el sexto y en el octavo juego para caer por 6-2 y marcharse a la tercera y definitiva manga.
Ahí, el balear siguió mostrando la frescura de la que suele hacer gala en los partidos largos y duros, más sí son en su superficie favorita. Djokovic tampoco quería dar facilidades y se disponía a plantar 'batalla', aunque su físico parecía más limitado.
El tenista español puso el partido como le gusta, con una temprana rotura, y luego acertó a salvar todos los escollos que le puso su rival en forma de ocho opciones de 'break'. Estas oportunidades desperdiciadas hicieron daño al balcánico, que se vio abajo 5-2, y aunque quiso alargar el partido en el interminable octavo juego, se estrelló contra la solidez del manacorí, que buscará el título mañana ante el suizo Roger Federer.
Ambos reeditarán la final del año pasado en la que el número uno del mundo acabó con la impecable racha del balear sobre tierra batida con un triunfo por 2-6, 6-2, 6-0, en su último torneo antes de que afronten dentro de una semana el inicio de Roland Garros.
Otro duelo más ante Federer
.Las tres horas de partido y espectáculo entre Nadal y Djokovic fueron agradecidas por los espectadores, que en la primera semifinal no habían podido disfrutar tanto con el choque entre Federer y la revelación del torneo, el italiano Andreas Seppi.
El de Basilea arrolló sin problemas por 6-3, 6-1 a su rival, que apenas creó complicaciones al número uno del mundo, que mañana intentará en su torneo 'talismán' sobre tierra batida y que ha ganado en sus otras cuatro anteriores finales, aunque ahora tendrá su decimosexto duelo contra el mejor del mundo sobre arcilla