
El argentino David Nalbandian, séptimo cabeza de serie del torneo Conde de Godó y rival del español Rafael Nadal en cuartos de final, se ha retirado del torneo por una lesión en la cadera derecha, por lo que el número uno mundial se ha clasificado directamente para semifinales.
El responsable médico de la Federación Española y del torneo barcelonés, Ángel Ruiz-Cotorro, anunció la baja de Nalbandian, al que además trata desde hace años, en una rueda de prensa.
"Hace un par de semanas que lleva arrastrando una inflamación en la cadera. Empezó el torneo con molestias, a medida que han ido pasando los partidos, la lesión ha ido empeorando, y ahora mismo no está en condiciones de afrontar un partido de la intensidad de unos cuartos de final", explicó Ruiz-Cotorro.
Pese a que el argentino aseguró, tras eliminar esta mañana a Nicolás Almagro, que se encontraba bien y preparado para medirse contra Nadal, el examen médico al que se sometió horas después descartó su participación.
"Entre mañana y pasado le haremos más pruebas. En principio, parece que la lesión se debe a una sobrecarga por algún mal gesto en la rotación, y lo más aconsejable es que empiece un trabajo de recuperación y fisioterapia", explicó el doctor Ruíz-Cotorro.
Albert Costa, director deportivo del Godó, calificó de "muy mala noticia" la retirada de David Nalbandian. "Es un jugador de una grandísima calidad. El de cuartos iba a ser un partido buenísimo que había levantado una gran expectación, pero sabemos que estas cosas pasan y, lo único que podemos hacer, es desearle una pronta recuperación", concluyó
Victoria de Nadal sobre Rochus
El español Rafael Nadal, número uno del mundo, se medirá con el argentino David Nalbandian, séptimo cabeza de serie del torneo Conde de Godó, tras fulminar al belga Christophe Rochus, por un claro 6-2 y 6-0 en 55 minutos.
En la víspera Nadal ya dijo que prefería medirse con Rochus antes que con el francés Richard Gasquet, jugador imprevisible, al que le gusta atacar y con un peligroso revés. Sabía de lo que hablaba.
El belga, de 30 años, 61 del ránking ATP, uno de esos tenistas a los que se conoce peyorativamente en el circuito como un 'pasabolas', no fue rival, y salió a la pista central del RCT Barcelona derrotado, cabizbajo desde el principio, y sólo pudo arrancarle al balear dos juegos en todo el partido.
Quizá el belga era consciente de que, en el único precedente entre ambos, en el Abierto de Australia de este año, acabó vapuleado por el mejor jugador del mundo (6-0, 6-2 y 6-2) o tal vez algo 'tocado' físicamente después de que anoche pidiera la asistencia del fisioterapeuta durante su partido con Gasquet.
El caso que Rochus hizo un partido indigno de una pista central de un torneo ATP. Segundos saques a 74 Km/h, apenas dos o tres golpes ganadores en casi la hora que duro el choque, ni siquiera una esperanzadora bola de rotura que llevarse a la boca.
Nadal, por momentos, pareció apiadarse de él. Le invitaba al peloteo, pero Rochus parecía hacer caso omiso. Cada vez que el español arriesgaba con una bola a la línea, su oponente ni siquiera hacía el gesto de ir a buscarla.
En la tribuna de prensa, los blocs de los periodistas estaban prácticamente en blanco. No había notas que tomar, no había partido que analizar. Rafa Nadal llegó, jugó y se fue sin apenas sudar. Ya lo había hecho por la mañana en un entrenamiento en el que se le vio con mucha más intensidad.
En cuartos, lo tendrá seguro mucho más difícil ante Nalbandian, uno de los poco jugadores con los que tiene un balance desfavorable (2-1) y que siempre da lo mejor de sí cuando se mide con el manacorense.