
La comunicación y la tecnología constituyen un binomio importantísimo en nuestro tiempo. Así, durante la crisis vivida a causa del coronavirus, las telecomunicaciones han desempeñado un rol fundamental en diferentes ámbitos diarios. A nivel laboral con la implantación del teletrabajo por gran parte de las empresas permitiéndonos estar en continúo contacto con compañeros o clientes; así como a nivel social logrando una conectividad total para comunicarnos con familiares o amigos.
Sin embargo, esto no habría sido posible sin compañías como Telefónica, en la que gracias a la fortaleza de su red ha permitido plantar cara a picos de tráfico sin precedentes. Su solidez ha sido clave para soportar un aumento de la demanda de ancho de banda de casi un 40% y un crecimiento del tráfico de datos del 50%, solo en España y durante las primeras semanas de confinamientos; y su fiabilidad ha posibilitado que familias, negocios y escuelas mantuvieran a flote la actividad personal, económica y educativa.
Y es que, garantizar las telecomunicaciones y la conectividad ha sido una prioridad. Por ello, la compañía destina una media anual de 8.000 millones de euros al despliegue tecnológico de redes. El resultado, una red fuerte y fiable que ha permitido mantener la actividad -personal, educativa y económica-, a pesar de la pandemia global instalada en la rutina colectiva desde marzo.
La compañía destina una media anual de 8.000 millones de euros al despliegue tecnológico de redes
Asimismo, ese mismo compromiso con el aumento y mejora de la red se ha traducido en una inversión de más de 45.000 millones de euros en los últimos cinco años, o en 25 millones de euros cada día. Un compromiso que responde a un plan, a una visión estratégica de compañía que ha resultado ser vital en los últimos meses.
Innovación: el uso de fibra
Cuando hablamos de redes en constante evolución y a la vanguardia de la tecnología, va de la mano de la fibra. Y es que, con respecto a las redes fijas, la fibra no solo constituye el medio de transmisión de información por excelencia, sino que es un 85% más eficiente energéticamente que el cobre, su predecesor.
Entre sus ventajas se encuentra la transmisión de más datos, más rápido y a mayores distancias sin perder la señal, lo que permite a los operadores de telecomunicaciones satisfacer la enorme demanda de ancho de banda. Por esta razón, Telefónica factura más por servicios de conectividad y banda ancha que por servicios de voz y acceso.
España es el primer país de Europa y el tercero de la OCDE en cobertura de fibra
Además, España es el primer país de Europa y el tercero de la OCDE en cobertura de fibra. Solo en las zonas rurales de España hay mas fibra que en la media de las zonas urbanas de Europa. Asimismo, la red móvil tampoco se queda atrás, con una cobertura de 4G cercana al 100%. "Estas cifras expresan la fortaleza de nuestro país. Todo aquello por lo que apostamos hace años y que se revela ahora esencial", señala el presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete.
En definitiva, hemos comprobado como disponer de la red de fibra más potente de Europa no es una anécdota; sino algo que se revela esencial en momentos cruciales.