
Hace ahora dos años Telefónica sorprendió al mercado con un marco de financiación sostenible vinculado a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas (ODS) y alineado con los Principios de Bonos Verdes de ICMA 2018 (Asociación Internacional de los Mercados de Capitales). Una declaración de intenciones para acelerar su revolución verde con nuevos fondos.
Desde entonces la operadora ha avanzado con paso firme en su objetivo, aplaudido por los expertos (Telefónica forma parte de la Lista A de CDP tras ser reconocida como líder mundial por su acción contra el cambio climático seis años consecutivos) y los inversores.
En enero de 2019, la compañía presidida por José María Álvarez-Pallete emitió el primer bono verde del sector por importe de 1.000 millones de euros. El libro de órdenes final se situó en los 5,2 millardos, con una sobresuscripción de más de 5 veces. Cabe destacar el elevado interés de los inversores verdes, con una participación superior al 50%, lo que contribuyó a ampliar la base inversora. En total, participaron más de 310 inversores, de los cuales más del 80% son internacionales.
En enero de 2019, la compañía emitió el primer bono verde del sector por importe de 1.000 millones de euros
Con los fondos obtenidos, Telefónica financia desde entonces proyectos destinados a incrementar la eficiencia energética gracias al proceso de transformación del cobre hacia la fibra óptica en España. La FTTH (Fibra hasta el hogar) es un 85% más eficiente energéticamente en el acceso del cliente que la red de cobre.
Según el primer informe anual de seguimiento del bono, la iniciativa ha contribuido a reducir la huella de carbono en 36.045 toneladas de CO2 en el año 2019, equivalente al carbono capturado por 596.000 árboles. En el periodo 2016-2019, gracias al apagado de cientos de miles de elementos y al cierre de centenares de centrales de cobre, Telefónica ha ahorrado 346 GWh de energía con 93.297 tCO2 evitadas, correspondiente al carbono capturado por más de 1.543.000 árboles. Y el cierre de centrales, con el reciclaje de todos los materiales, continúa.
Un año después de esta primera emisión, en enero de 2020, Telefónica cerró con éxito la emisión del primer bono híbrido verde del sector de las telecomunicaciones a nivel mundial, por importe de 500 millones de euros y sin fecha de vencimiento. La demanda superó los 2.000 millones de euros, con una sobresuscripción de más de 4 veces y con más de 200 órdenes, mayoritariamente de inversores internacionales.
Los fondos obtenidos sirven para seguir aumentando la eficiencia energética de la compañía con la fibra y a impulsar la autogeneración de energía renovable. Así Telefónica está convirtiendo la cubierta de sus edificios en generadores de energía limpia. En España, cuenta ya con tres instalaciones que le permiten autoabastecerse.
Telefónica está convirtiendo la cubierta de sus edificios en generadores de energía limpia
Estos fondos contribuyen así con la estrategia de descarbonización de la operadora y sus nuevos objetivos, que van más allá del Acuerdo de París y llevarán a la compañía a tener cero emisiones netas en 2025.
De este modo, Telefónica refuerza su compromiso con un mundo más sostenible y sigue cumpliendo con el plan estratégico anunciado en noviembre de 2019. Entonces, anunció esta hoja de ruta para construir una Nueva Telefónica. La Telefónica de los próximos 100 años, en los que quiere contribuir con un sólido e inquebrantable compromiso con la sostenibilidad.