Por Randi Belisomo
Reuters Health - Ante la nueva ley de Texas que autoriza laportación oculta de armas en los campus universitarios, lasautoridades educativas están analizando cómo cumplir esa normasin poner en riesgo a los estudiantes, los trabajadores y lospadres.
La ley de "portación oculta en los campus", que promulgóhace un mes el gobernador Greg Abbott, comenzará a regir enagosto del 2016 y permitirá que mayores de 21 años con elpermiso adecuado porten armas de manera oculta dentro de lasinstalaciones educativas.
De este modo, Texas se suma a otros siete estados quelegalizaron la portación oculta en los campus universitarios:Colorado, Idaho, Mississippi, Oregon, Utah y Wisconsin. La nuevaley obtuvo la aprobación a pesar del rechazo de las principalesuniversidades del estado.
Durante el debate de la norma, el responsable del sistema dela Universidad de Texas, el almirante retirado William McRaven,expresó su preocupación por el riesgo de que los portadoresdisparen accidentalmente el arma y por la seguridad en elcampus.
"No crearemos un ambiente con carteles, detectores demetales, armarios o policías extras que haga que nuestrasinstituciones se parezcan más a una base militar que a un campuso un hospital universitario", escribió McRaven en una carta queles envió a los presidentes de las universidades.
Pero el servicio militar es un factor a favor de laportación oculta, como ocurre con el sargento maestro retirado C.J. Grisham, un estudiante de derecho de 41 años que siempreporta su arma calibre 40, aun cuando va a la iglesia.
Pero cuando ingresa al aula de Temple College, del centro deTexas, tiene que dejarla en el automóvil.
"No puedo portarla aunque esté entrenado para hacerlo, seaun tirador experto y tenga permiso", dijo Grisham, que presidela organización Open Carry Texas. "Como alguien que peleó paradefender la Constitución, debería poder defender mi vida sinimportar el lugar en el que me encuentre".
La ley de Texas permite la creación de "zonas libres dearmas" y, en su carta, McRaven se comprometió a analizar laposibilidad de prohibir el ingreso con armas en ciertos lugares,como las viviendas estudiantiles.
"Es muy importante que las facultades trabajen con losespecialistas en seguridad y la policía para determinar dóndehay que prohibir el ingreso de armas", dijo Andy Pelosi,director ejecutivo de la Campaña para Mantener los Campus libresde Armas, que funciona desde 2008 después de la masacre deNorthern Illinois University en la que murieron cinco personas yotras 21 quedaron heridas. El autor de la masacre se suicidódespués del ataque.
"Donde hay más armas, hay más problemas", aseguró DavidHemenway, director del Centro de Investigación para el Controlde las Lesiones, Facultad de Salud Pública de Harvard.
"Es especialmente peligroso tener un arma cerca cuando lagente se comporta espontáneamente. En la universidad, desde elpunto de vista de la salud pública, los cerebros aún no estántotalmente desarrollados", ironizó.
Jon Vernick, codirector de la Escuela Bloomberg de SaludPública de Johns Hopkins, coincidió y se refirió a la tasa desuicidio juvenil.
"Es un grupo etario que incluye a los que por primera vez seseparan del hogar, junto con el consumo de alcohol mezclado conla depresión. Si a esa combinación se le agrega un arma defuego, es altamente probable que un intento de suicidio seafatal", señaló.
Aún se desconoce cómo se implementará la ley en el sistemade la Universidad de Texas y en otras instituciones. Texas TechUniversity comentó a Reuters Health a través de un comunicadoque está trabajando "para desarrollar normas y procedimientosadecuados para garantizar que la implementación en el campus sealo más tranquila posible".
Rice University en Houston es un sitio libre de armas ydeclaró que "la administración consultará a la comunidad deRice, incluidos sus estudiantes, docentes y personaladministrativo si es necesario y actualizará las políticasvigentes si fuera necesario para la fecha de implementación dela ley".