Por Lisa Rapaport
(Reuters Health) - Los hombres mayores que tienen el hábitode hacer ejercicio, aunque sea caminar, son menos propensos amorir que los más sedentarios, según sugiere un estudio deNoruega.
Los autores siguieron a unos 5.700 hombres durante cincodécadas desde los años 70, cuando tenían 45 años en promedio.Querían conocer cómo el ejercicio influía en la longevidad.
El riesgo de morir disminuía un 40 por ciento en losparticipantes que ejercitaban 30 minutos diarios, seis vecespor semana.
Esto se suma a la evidencia de que hacer ejercicio prolongala vida, según opinó la doctora I-Min Lee, profesora de medicinay epidemiología de Harvard University. "Cuanto más energía segasta, más disminuye la tasa de mortalidad", indicó Lee, que noparticipó del estudio.
El ejercicio tiene muchos beneficios, incluido el controldel peso y la mejoría del estado de salud cardiovascular. LaOrganización Mundial de la Salud asegura que la enfermedadcardiovascular es la principal causa de muerte en el mundo, conpor lo menos 17 millones de decesos anuales, mientras que laobesidad mata por lo menos a 2,8 millones de personas por año.
El equipo de Ingar Holme, investigador especializado enmedicina del deporte de la Facultad de Ciencias del Deporte deNoruega, Oslo, revisó los datos obtenidos en 1972 y 1973 de ungrupo de 16.000 hombres nacidos entre 1923 y 1932. En el 2000,se repitieron las evaluaciones y los autores los monitorearonhasta el 2011 para determinar cuántos morían por causascardíacas, entre otras.
El equipo relevó los niveles de actividad física (desdeactividades más sedentarias la mayoría del tiempo, como leer omirar TV, hasta actividades más intensas, como la práctica dedeportes competitivos varias veces por semana).
Caminar o andar en bicicleta eran actividades físicas leves,mientras que hacer ejercicio cuatro horas por semana equivalía aun nivel de actividad moderado.
Menos de una hora por semana de actividad física leve no erasuficiente para reducir el riesgo de morir, pero el ejerciciointenso menos de una hora por semana ya proporcionaba unbeneficio: el riesgo disminuía un 26 por ciento.
Cuando los hombres que habían sido sedentarios en los 1970aumentaban el nivel de actividad física, el riesgo de morir caíaun 44 por ciento con respecto de los que seguían siendosedentarios.
Sólo los hombres más saludables al inicio del estudioseguían vivos varias décadas después, según publican los autoresen British Journal of Sports Medicine. Pero aclaran que sóloutilizaron la información sobre la actividad física queaportaban los participantes, lo que suele inducir unasobreestimación de los niveles de actividad.
Los hombres mayores que quieren empezar a hacer ejercicio oaumentar la intensidad deberían concentrarse más en el tiempoque en la intensidad, según recomendó Peter Kokkinos, cardiólogodel Centro Médico de Asuntos del Veterano y de la Facultad deMedicina de Georgetown University, Ciudad de Washington.
"Deberían aumentar la duración del ejercicio de moderadaintensidad, como caminar a paso rápido, en especial losmayores", agregó Kokkinos, que no participó del estudio. "Esoreduce el riesgo de lesiones".
FUENTE: British Journal of Sports Medicine, online 14 demayo del 2015.