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Asocian los trastornos del sueño en la infancia con los problemas de conducta en la niñez

Por Kathryn Doyle

(Reuters Health) - En un nuevo estudio, los bebés quedormían más de 10 horas por noche o que se despertaban confrecuencia tendían a tener más problemas emocionales yconductuales a los cinco años de edad.

Los autores esperaban encontrar una relación entre el sueñoy los trastornos emocionales y conductuales, pero les sorprendió"que los riesgos fueran tan altos y consistentes", dijo el autorprincipal, Borge Sivertsen, de Uni Research Salud y delInstituto Noruego de Salud Pública, Bergen.

"Mientras que sólo un estudio experimental determinaríacausalidad, nuestro estudio sugiere que aumenta el riesgo depadecer esos trastornos, aun tras considerar otros factorespotenciales", agregó Sivertsen vía e-mail.

Los resultados surgen de un estudio en curso sobre 32.662pares de madres e hijos de Noruega que cuenta con el apoyo delMinisterio de Salud de ese país.

Las madres respondieron un cuestionario a la decimoséptimasemana de gestación, cuando el bebé tenía 18 meses y,finalmente, cuando el niño tenía cinco años.

Las madres calificaron 99 conductas infantiles en una escala(entre "falso" y "muy cierto") y detallaron cuánto tiempodormían sus hijos en 24 horas, como así también con quéfrecuencia se despertaban durante la noche.

A los 18 meses de edad, casi el 60 por ciento de los bebésdormía entre 13 y 14 horas por noche y un 2 por ciento lo hacíamenos de 10 horas por noche. El 3 por ciento de los bebés sedespertaba tres o más veces por noche. La mayoría de los niñosse despertaba por la noche algunas veces por semanas o menos.

Los bebés que dormían menos de 13 horas por noche a menudotenían trastornos emocionales o conductuales a la misma edad,según publica el equipo en JAMA Pediatrics.

Los autores tuvieron en cuenta la edad y la educaciónmaternal, la duración del embarazo y la paridad, como asítambién el peso y el sexo de los niños.

Aun así, hallaron que los niños que dormían menos de 10horas por noche y los que se despertaban tres o más veces pornoche a los 18 meses de edad eran más propensos a desarrollartrastornos emocionales o conductuales a los cinco años de edad.

El riesgo creció aún más al revisar los trastornosinternalizantes, como la reactividad emocional, la ansiedad o ladepresión, que al analizar los trastornos externalizantes, comoel TDAH o la agresividad.

"Aunque es difícil hallar causalidad en los estudiosobservacionales, este estudio longitudinal sugiere que eldéficit de sueño en la infancia temprana eleva el riesgo dedesarrollar trastornos emocionales y conductuales en la niñez",dijo Michelle M. Garrison, del Instituto de InvestigaciónPediátrica, Seattle, Washington.

Garrison, autora de un editorial sobre el estudio, indicóvía e-mail que dormir poco de noche altera al día siguiente lacapacidad de manejar las emociones, controlar los impulsos einterpretar adecuadamente las emociones y las intenciones delresto de las personas.

Los trastornos crónicos del sueño también alteran lashormonas del estrés, según comentó.

Dijo también que existen otros factores, como eltemperamento infantil y la salud mental maternal, que sonigualmente importantes. Afortunadamente, comentó laespecialista, muchos de esos niños no desarrollaránnecesariamente trastornos mentales futuros.

"A los padres de los niños con trastornos del sueño lesrecomiendo leer el libro Take Charge of Your Child's Sleep, deOwens y Mindell, y, también, las aliento a conversar sobrecualquier preocupación con el pediatra del niño", finalizóGarrison.

FUENTE: JAMA Pediatrics, online 13 de abril del 2015.

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