Telecomunicaciones y tecnología

Residentes de Fukushima, desgarrados por el plan de residuos nucleares de Japón

Por Mari Saito

OKUMA, Japón (Reuters) - Norio Kimura perdió a su mujer, supadre y su hija de siete años, Yuna, en el tsunami de marzo de2011.

Ahora teme que también podría perder su tierra, ya que elGobierno quiere construir un almacén de residuos radiactivos ala sombra de la destruida planta nuclear de Fukushima.

Como muchos aquí, Kimura está indignado porque el Gobiernotiene previsto aparcar 30 toneladas de residuos radiactivosrecogidos después del accidente nuclear en lo que era la puertade entrada a su casa. Pocos creen las promesas de Tokio de queel sitio será limpiado y cerrado después de 30 años.

"No puedo creer que vayan a deshacerse de su basura aquídespués de todo lo que hemos pasado", dijo Kimura, de 49 años,de pie cerca de unas tablas desgastadas sobre una colinacubierta de arbustos, que representa todo lo que queda de sucasa.

Kimura fue obligado a abandonar la búsqueda de su familia enlas frenéticas horas tras el tsunami y fue evacuado después deque las explosiones afectaran al complejo de Fukushima, a sólo 3kilómetros de su casa.

Meses después, encontró los cadáveres de su mujer y supadre. Pero todo lo que le queda de Yuna son sus faldas rosasllenas de barro, un par de leggins a rayas y un pelucheennegrecido enredado en un montón de basura.

Cuatro años después del terremoto y el tsunami, Kimuratodavía vuelve a su ciudad natal y recorre la playa desérticabuscando el cuerpo de Yuna, en períodos de cinco horas, elmáximo permitido por las normas sobre radiación y salud.

El 11 de marzo de 2011, el terremoto y subsiguiente tsunamiarrasaron localidades costeras en el norte de Japón y provocaronescapes radiactivos en la planta de Fukushima Daiichi, de TokyoElectric Power, que en parte se asienta en Okuma.

Desde entonces Japón ha adjudicado más de 15.000 millones dedólares en un proyecto sin precedentes para bajar la radiaciónen localidades alrededor de la planta, como Okuma.

Cada día en toda la prefectura de Fukushima, equipos detrabajadores limpian las carreteras con agua, friegan casas,cortan ramas y limpian el suelo contaminado.

La basura con radiación ahora yace en sacos de plásticoazules y negros a lo largo de Fukushima, apilada en arrozalesabandonados, aparcamientos e incluso patios residenciales.

Japón planea construir instalaciones de almacenamiento máspermanentes en los próximos años en Okuma y Futaba, otra ciudadahora abandonada cerca de la planta nuclear de Fukushima, antela oposición de algunos residentes locales.

"SANGRE Y SUDOR"

"Esta tierra tiene nuestra sangre y sudor circulando porella y simplemente no puedo olvidarlo así nomás", dijo KojiMonma, de 60 años, un residente de Okuma que dirige un grupolocal de propietarios de tierras.

El gobernador de Fukushima acordó albergar el complejo deresiduos después de que Tokio dijera que ofrecería 2.500millones de dólares en subsidios y prometiera sacar la basuranuclear de la prefectura después de 30 años.

Los alcaldes de Futaba y Okuma desde entonces han acordadoacoger la instalación de 16 kilómetros cuadrados, alrededor decinco veces el tamaño del Central Park, que se concentrará entorno a la planta de Fukushima y albergará múltiplesincineradoras.

Alrededor de 2.300 residentes que poseen parcelas de terrenoen Futaba y Okuma que el Gobierno necesita para la planta deresiduos se enfrentan a lo que muchos describen como una opciónimposible.

El sitio de almacenamiento será construido si el Gobiernopuede alquilar o comprar tierra suficiente, sean cuales sean laspreocupaciones que puedan tener quienes no están de acuerdo.

Sólo la mitad de los propietarios registrados de la zona hanacudido a las reuniones organizadas por el Ministerio de MedioAmbiente, y no ha habido ningún acuerdo entre los residentes yel Gobierno.

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