Telecomunicaciones y tecnología

El año en el que las grandes 'telecos' se convirtieron en 'telecompañías'

  • Telefónica tuvo claro que Movistar TV sería la gran estrella del curso

El año 2014 ha sido testigo de la creciente importancia de la televisión de pago en las estrategias de los grandes operadores de telecomunicaciones. Lo que hasta el momento se consideraba poco menos que un aderezo o complemento, en los últimos meses se ha convertido en una pieza angular para la captación y retención de clientes.

El baile es frenético: La estadounidense AT&T se reforzó con Direct TV, mientras Comcast trabaja para hacer lo propio con Time Warner Cable. Liberty Global hincó el diente a la holandesa Ziggo, sin perder de vista otras conquistas como pudiera ser Virgin Media. Numericable y SFR en Francia ya son la misma cosa, igual que Vodafone y Kabel Deutschland en Alemania. British Telecom conversa en exclusiva con Orange y Deutsche Telekom en el Reino Unido. Telefónica ya ha recibido el visto bueno regulatorio para digerir la brasileña GVT, compañía con la que reforzará su negocio de telefonía fija y televisión de pago. Netflix sigue siendo la novia a la que todas las telecos europeas quieren llevar al altar.

En España, el operador rojo adquirió Ono el pasado verano para competir en el negocio de la banda ancha fija, pero también para convertirse en un jugador de primera línea en el ámbito audiovisual. Telefónica tuvo claro que su Movistar TV sería la gran estrella del curso. De esa forma se justifica la compra de Digital +, ahora pendiente del visto bueno de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia. La misma dinámica justifica el impulso de Telefónica a sus nuevos canales temáticos, como Series, motociclismo, Fórmula 1 y fútbol.

Apuesta por la TV de pago

La apuesta por la televisión de pago tiene pleno sentido ya que la contratación de fibra óptica resulta especialmente recomendable en aquellos hogares interesados en los contenidos audiovisuales de calidad, ya sea en el fondo (con eventos exclusivos) como en la forma (con la alta definición). Pese a que en el ámbito doméstico se puede navegar con relativa suficiencia con conexiones de 6, 10 y 20 mbps, la cosa cambia cuando se pretende disfrutar de la alta definición de manera simultánea en varios televisores, tabletas o smartphones distribuidos por el hogar. En semejantes circunstancias, la fibra o el cable (HFC) es la respuesta idónea para satisfacer la tendencia imperante.

Lo que también ha demostrado 2014 es que la convergencia es la reina del negocio. El doble play (telefonía fija y móvil) se ha quedado escaso y ahora manda el cuádruple play y el quíntuple play (fijo, móvil, banda ancha fija, datos móviles y televisión de pago). Quien no quiera reconocerlo sufrirá serios problemas para competir. Basta con observar cómo la oferta Fusión de Telefónica ha marcado el camino al resto de las compañías. Vodafone ha reaccionado, Orange está en ello y nadie discute el interés de los usuarios por concentrar en un único proveedor sus servicios a cambio de rebajar la factura mensual.

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