Telecomunicaciones y tecnología

Las autonomías gastan 7.688 millones en sus 'teles' desde la crisis

Telemadrid.Foto: Archivo

Canal Sur, la catalana TV3 y la vasca EiTB cerraron 2013 en pérdidas por la caída de los ingresos y los débiles ajustes.

Desde que estalló la crisis en 2008, las comunidades autónomas han presupuestado 7.688 millones de euros para financiar sus televisiones. En estos años, la gran mayoría de las regiones no ha realizado grandes ajustes en sus cadenas, pese a sus problemas para cumplir con el déficit y hacer frente a los pagos a proveedores.

Por ejemplo, en 2013 seis autonomías incumplieron el objetivo de déficit, mientras Valencia y Cataluña acumulan impagos con las farmacias de forma periódica. En 2014, y pese a la merma de las arcas públicas que han obligado a más de un gobierno regional a pedir un rescate al Ejecutivo para pagar las facturas, las comunidades autónomas aprobaron subvenciones por 905 millones, apenas un 0,5 por ciento menos que en 2013, cuando preveían gastarse 910,3 millones en mantener las 13 cadenas autonómicas.

Con respecto a 2008, la aportación presupuestaria pública ha caído un 28,7 por ciento (en 2008 se dejaron, al menos, 1.270 millones), pero este ahorro no siempre se ha traducido en severos ajustes en la partida de gastos de las televisiones que han cerrado año tras año sus cuentas en números rojos, como la catalana TV3,  la vasca EiTB o la andaluza Canal Sur el año pasado, y han solicitado partidas extraordinarias. 

Desde que estalló la crisis en 2008, las comunidades autónomas han presupuestado 7.688 millones de euros para financiar sus televisiones. En estos años, la gran mayoría de las regiones no ha realizado grandes ajustes en sus cadenas, pese a sus problemas para cumplir con el déficit y hacer frente a los pagos a proveedores.

Por ejemplo, en 2013 seis autonomías incumplieron el objetivo de déficit, mientras Valencia y Cataluña acumulan impagos con las farmacias de forma periódica. En 2014, y pese a la merma de las arcas públicas que han obligado a más de un gobierno regional a pedir un rescate al Ejecutivo para pagar las facturas, las comunidades autónomas aprobaron subvenciones por 905 millones, apenas un 0,5 por ciento menos que en 2013, cuando preveían gastarse 910,3 millones en mantener las 13 cadenas autonómicas.

Con respecto a 2008, la aportación presupuestaria pública ha caído un 28,7 por ciento (en 2008 se dejaron, al menos, 1.270 millones), pero este ahorro no siempre se ha traducido en severos ajustes en la partida de gastos de las televisiones que han cerrado año tras año sus cuentas en números rojos, como la catalana TV3,  la vasca EiTB o la andaluza Canal Sur el año pasado, y han solicitado partidas extraordinarias.

Así, la aportación millonaria presupuestada durante la crisis no incluye los desvíos que han obligado a cadenas como Telemadrid, IB3 o Canal Sur a endeudarse (llegaron a acumular en 2013 una deuda de 1.491 millones de euros) y solicitar financiación extra a sus gobiernos. Por ejemplo, la deuda de 1.000 millones que arrastraba RTVV (Valencia) ha sido asumida por el Ejecutivo valenciano tras el cierre de la cadena, igual que en 2007 la Generalitat de Cataluña se hizo cargo de la bola de nieve en forma de 1.000 millones de euros, hecha durante los 23 años de Gobierno de Pujol. Por su parte, la televisión madrileña lleva varios años recibiendo fondos más allá del contrato programa que asciende a los 70 millones. En enero de 2014, el gobierno de la Comunidad de Madrid aprobó una ley por la cual asumía el pago de toda la deuda acumulada de la televisión por lo que este año tendrá que desembolsar 60 millones de euros para hacer frente a los vencimientos, además de hacerse cargo del sobrecoste de 35 millones de euros del ERE, que fue declarado improcedente. Por ejemplo, en marzo aprobó el pago de 37,8 millones destinados a amortizar un préstamo concedido a Telemadrid por Deixa Sabadell. En 2012, Telemadrid recibió del Ejecutivo una aportación extra de 115 millones para compensar las pérdidas y evitar que entrara en causa de disolución. Ante este panorama, la televisión que dirige José Antonio Sánchez es, junto a Canal Nou, la que más medidas ha tomado para evitar la sangría y conseguir que la televisión funcione con un presupuesto de 70 millones.

Telemadrid (Madrid)

Ante la drástica caída de los ingresos publicitarios (ha pasado de sumar 32,7 millones en 2010 a apenas alcanzar los 9 millones en 2013) y la fuerte escalada de la deuda, la Comunidad de Madrid decidió meter mano en los gastos de la televisión madrileña y en 2012 puso en marcha un Expediente de Regulación de Empleo que afectaba a unas 800 personas. El objetivo era rebajar la partida de gastos de personal que en 2012 superó los 52,8 millones, más de la mitad que el presupuesto total de la televisión que contaba con una aportación pública de 79 millones y apenas 15 millones de euros en publicidad. En 2013, con el ERE ya ejecutado y la mitad de la parrilla para- lizada, Telemadrid ha logrado cerrar con un superávit de dos millones de euros, eso sí, no tiene que hacer frente a las deudas generadas en ejercicios anteriores. De cara a 2014, la Comunidad ha aprobado una aportación de unos 70 millones y cuenta con tener unos ingresos de publicidad mínimos. La cadena, que apenas tiene una audiencia del 4,3 por ciento, ha externalizado toda su producción (la señal está en mano de Telefónica) mientras el Tribunal Supremo ha declarado improcedente su ERE, que ha recurrido su plantilla, un 81,3 por ciento hasta los 180 trabajadores. La crisis de los ingresos y el cierre del grifo del crédito también ha llevado a Telemadrid a dejar sus aventuras empresariales, como la adquisición de los derechos televisivos del Getafe y el Atlético de Madrid a través de una empresa que nunca ha ganado dinero y le ha obligado a realizar aportaciones extraordinarias de casi 29 millones al año.

Canal Nou (Valencia)

En el año 2012, con la crisis en su máximo apogeo, la Radiotelevisión valenciana (RTVV) aprobó un ERE de 952 trabajadores para una plantilla de 1.965 personas, que suponían unos gastos de personal de más de 60 millones de euros al año. La autonómica llegó a acumular una deuda de casi 1.000 millones por sus abultados déficits. A finales de 2013, el Tribunal Superior de Justicia declaró nulo el despido colectivo y el Gobierno valenciano decidió cerrar la televisión autonómica, porque "no podía asumir el coste de readmitir a los despedidos", que podía superar los 72 millones. Pese al cierre de la Corporación, ésta no ha dejado de generar gastos, ya que el coste del cese de las emisiones y de la disolución de la sociedad ya supera los 144 millones, el doble de lo previsto, tal y como reconoció José Ciscar, vicepresidente y conseller de presidencia. Actualmente, la Generalitat está negociando con RTVE para ampliar la información local que produce y emitir mayor número de horas desde Valencia. El principal escollo está en el dinero, ya que la Corporación que preside González Echenique no tiene la capacidad presupuestaria para asumir esa producción extra.

TV3 (Cataluña)

La Corporación Catalana de medios Audiovisuales es la que menos ha visto reducir sus ingresos públicos y la que ha sufrido los ajustes más leves. El Gobierno que preside Artur Mas, que lucha para mantener todas sus licencias pese a que no usa dos canales, ha aprobado en 2014 una subvención de 225 millones de euros para TV3, la misma que la destinada en 2013. Aunque el presupuesto de los dos últimos años es unos 50 millones menor que en 2011, los ajustes no han acompañado a la austeridad obligada de los ingresos y ésta sigue generando pérdidas. En los últimos años, la Generalitat se ha limitado a plantear un ERE de 225 personas y a anunciar el cierre de un canal, que no ha sido suficiente para alejar las pérdidas. Así, los malos resultados generado el año pasado, cuando tuvo unos números rojos de 11 millones de euros, ha obligado a Artur Mas a poner sobre la mesa nuevos ajustes y retomar la idea de rebajar entre un 5 y un 15 por ciento los salarios, es decir, equiparar las categorías de los profesionales de la empresa con las del sector público sanitario. Así, pese a los recortes planteados desde 2010, en 2013 no logró mantener el techo de gasto y la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales finalmente elevó hasta los 45 millones (desde los 33 millones previstos) el gasto en programación. De cara a 2014 el objetivo es rebajar el presupuesto un 35 por ciento, incluyendo la caída prevista de la publicidad que desde 2010 acumula un descenso del 43,9 por ciento siendo la tele que más ingresa por anuncios (54,4 millones en 2013). Pese a la bandera de la austeridad del Gobierno de Artur Mas, la cadena ha renovado los derechos de la Fórmula 1. Un mercado del que han salido las demás televisiones regionales.

Canal Sur (Andalucía)

El Gobierno andaluz también tiene reparos para hacer llegar la austeridad a Canal Sur. La Radio Televisión Andaluza, que ha evitado los grandes ajustes, cerró 2013 con un déficit de 26 millones de euros, un 20 por ciento más de lo previsto. Entre las causas que explican el déficit se encuentra el incumplimiento del presupuesto de ingresos por publicidad que apenas llegó a los 16,5 millones frente a los 23 millones previstos y los mayores gastos de personal. Se desviaron en 2,6 millones de euros hasta los 83,2 millones. La autonómica andaluza tiene 1.600 trabajadores y el desfase en los gastos de la plantilla se debe a que no se ha aplicado la bajada del 5 por ciento aprobada en 2010. El único ajuste radical llevado a cabo por la dirección de la televisión andaluza fue eliminar la programación de Canal Sur 2 que se dedicaba a repetir la parrilla de Canal Sur. Así, lejos de plantearse un ERE o la eliminación de alguna de sus licencias, que ha puesto sobre la mesa RTVE, en 2013 el Gobierno de la Junta aprobó un contrato programa de tres años con una subvención de 138 millones, un 13 por ciento más que en 2012, cuando cerró con unos números rojos de casi 40 millones. Para compensar la caída de los ingresos publicitarios y compensar la deuda, la Junta firmó la primera póliza de crédito desde que se creó el ente por 25 millones. En 2013 la deuda creció hasta los 50 millones.

EiTB (País Vasco)

El grupo vasco de radio y televisión EiTB suma un déficit de 14,8 millones en dos años pese a haber recibido subvenciones por unos 240 millones en dos años (la autonómica pierde una media de siete millones anuales desde hace cinco años). Desde 2012, el Ejecutivo vasco ha reducido la aportación presupuestaria en unos 15 millones de euros y ha llevado a cabo una serie de ajustes en gastos de personal con la eliminación de puestos no fijos. Este ajuste supone en 2013 una rebaja del los gastos de explotación (sin incluir al personal) del 31 por ciento y limita a 12 millones al año el presupuesto (36 millones en 3 años), aunque la licitación que sacó fue menor. El Ejecutivo vasco rechaza hacer grandes ajustes o tocar a la plantilla que supone un desembolso anual de unos 55 millones. Para este año 2014 el presupuesto aprobado para todo el grupo (radio y televisión) es de 105 millones, el mismo que en 2013 aunque finalmente, según las cuentas, se elevó a 114 millones. El Gobierno vasco justifica la inversión y la plantilla, que ronda los 1.054 profesionales, por la difusión del euskera, aunque es el canal que menos audiencia tiene.

TV Castilla La Mancha

Hace un año, María Dolores de Cospedal, presidenta de Castilla La Mancha, reiteró su intención de privatizar la televisión manchega. Un movimiento que no ha podido llevar a cabo por la "falta de interés" que hay en el mercado. Mientras, este canal detrae al año más de 36 millones de euros de las arcas de la comunidad autónoma, si bien es cierto que la aportación pública ha caído con respecto a otros años (ver gráfico) y que se ha hecho todo lo posible para contener las pérdidas.

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