VARSOVIA (Reuters) - El Gobierno de Polonia dijo el lunes que era objetivo del ataque de una conspiración criminal después de que una revista publicara una nueva ronda de conversaciones grabadas en secreto que han avergonzado a algunos altos cargos y ha dejado al primer ministro Donald Tusk bajo presión para renunciar.
La oposición ha dicho que el Gobierno debería dimitir por las grabaciones, entre las que se incluían una del jefe del banco central hablando sobre las formas de ayudar al partido gobernante a evitar una derrota electoral, y al ministro de Exteriores diciendo que las relaciones polaco-estadounidenses eran inútiles.
La atención en Polonia también se ha centrado en quién podría haber realizado esta vigilancia ilegal a tal escala: las grabaciones se hicieron en al menos dos restaurantes de Varsovia en un período prolongado y alcanzan a más de una docena de autoridades, políticos y empresarios.
"El Gobierno ha sido atacado por un grupo criminal organizado", dijo el ministro de Exteriores, Radoslaw Sikorski, en unas declaraciones emitidas por el canal TVN24.
"No sabemos quién está detrás de esto, no estamos seguros sobre eso. Está siendo estudiado, espero que el sistema de justicia establezca la identidad de estas personas y sus cerebros, que serán identificados y castigados".
Los extractos de las grabaciones secretas se publicaron en la revista informativa semanal Wprost. El Gobierno ha dicho que las declaraciones que se grabaron en secreto están sacadas de contexto y que no han quebrantado la ley.