Telecomunicaciones y tecnología

Los barcos y aeronaves siguen nuevos indicios sobre el avión malasio

PERTH/KUALA LUMPUR (Reuters) - Nuevas imágenes de satélite mostraron la presencia de más de 100 objetos en el sur del Océano Índico que podrían ser restos del avión malasio desaparecido hace 18 días, mientras las aeronaves que escudriñan las remotas aguas también detectaron el miércoles posibles rastros.

Los recientes avistamientos se produjeron en momentos en que investigadores incrementan los esfuerzos para hallar alguna pista del vuelo MH370 de Malaysia Airlines, que llevaba 239 personas a bordo y se supone que se estrelló el 8 de marzo tras recorrer miles de kilómetros fuera de su trayecto original.

"Tenemos en este momento cuatro pistas por satélite -de Australia, China y Francia- que muestran posibles restos", declaró el ministro de Transporte de Malasia, Hishamudin Husein. "Ahora es imperativo que vinculemos los restos con el MH370", añadió.

Las nuevas imágenes fueron captadas el lunes por la firma Airbus Defence & Space, que tiene su sede en Francia y muestran 122 posibles objetos en un área de 400 kilómetros cuadrados del océano, informó Hishamudin. Los objetos varían de tamaño desde 1 hasta 23 metros de longitud, agregó.

El vuelo MH370 desapareció de las pantallas de los radares civiles menos de una hora después de despegar de Kuala Lumpur con destino a Pekín, y los investigadores creen que alguien a bordo del avión apagó los sistemas de comunicaciones.

Un seguimiento parcial de radares militares muestra que giró al oeste y que volvió a cruzar la península de Malaca, aparentemente bajo el control de un piloto experto.

La Fuerza Aérea malasia ha facilitado pocos datos de su seguimiento por radar, más allá de decir que el avión fue detectado por última vez en aguas del noroeste, dirigiéndose a India.

Pero el viceministro de Defensa, Abdul Rahim Bakri, dijo al Parlamento que no se tomó ninguna medida cuando el avión no identificado fue localizado porque se asumió que se le había ordenado que regresara, señalaron medios locales.

"Fue detectado por nuestro radar, pero el regreso era de un avión no hostil, y pensamos que quizá era una directiva de la torre de control", indicó el funcionario.

Consultado en la conferencia de prensa sobre si los operadores de radar de la Fuerza Aérea pensaron que los controladores de tráfico aéreo le habían pedido al avión que regresara, Hishamudin, que también es ministro de Defensa, dijo que no podía confirmarlo.

EN MEDIO DE LA NADA

El miércoles, una decena de aviones de Australia, Estados Unidos, Nueva Zelanda, China, Japón y Corea del Sur estaban examinando una vez más las aguas a unos 2.500 km al sudoeste de Perth en busca de algún rastro, después de que el mal clima llevara a suspender la búsqueda el martes.

"La zona del impacto está tan alejada de todo como es posible, pero está más cerca de Australia que de ningún otro sitio", dijo el primer ministro australiano, Tony Abbott, antes de que se observara un minuto de silencio en el Parlamento del país.

"Una considerable cantidad de restos han sido avistados en la zona donde se registró el vuelo por última vez. El mal clima y la inaccesibilidad han impedido hasta el momento que se pueda recuperar alguno de ellos. Pero confiamos en que se logrará", expresó Abbott.

El buen tiempo del miércoles parece ser solo un respiro, en una zona de fuertes vientos y grandes olas.

El primer ministro malasio, Najib Razak, confirmó esta semana que el vuelo MH370 se estrelló en el sur del Océano Índico.

Sobre el análisis de datos satelitales de la firma británica Inmarsat, Najib dijo que no había dudas de que la aeronave de Boeing cayó en el océano en uno de los lugares más remotos de la Tierra.

El director del FBI, James Comey, dijo el miércoles a una subcomisión de la Cámara de Representantes del Congreso de Estados Unidos que espera que la agencia termine una investigación de los archivos relacionados con el vuelo en uno o dos días.

Comey dijo que las autoridades malasias le entregaron al FBI material forense de ordenadores y que la revisión de la agencia está casi completada.

"Tengo equipos trabajando a todas horas para aprovechar eso. No quiero decir más sobre el tema, pero creo que puede hacerse con brevedad. Dentro de un día o dos terminaremos ese trabajo", afirmó.

La recuperación de los restos podría brindar indicios sobre por qué y cómo el Boeing 777 se desvió tanto de su recorrido, en uno de los misterios más complejos de la aviación.

Las teorías van desde un secuestro hasta un sabotaje o un posible acto suicida de uno de los pilotos, pero los investigadores no han descartado la posibilidad de problemas técnicos.

FAMILIARES DE PASAJEROS, DESCONSOLADOS

Una embarcación de la Armada australiana regresó de la zona después de no haber podido acceder totalmente debido a los fuertes vientos y olas de 20 metros que la obligaron a retroceder, mientras un rompehielos y otros tres barcos chinos estaban ahora en la zona de búsqueda.

Estados Unidos envió una nave no tripulada submarina y un detector de cajas negras de alta tecnología que será desplegado en los próximos días.

Las llamadas "cajas negras" -la grabadora de voz de la cabina y la grabadora de datos de vuelo- registran lo que sucede a bordo de los aviones en vuelo, pero encontrarlas rápido es crucial porque las radiobalizas de localización a bordo se apagan después de un mes ya que se agota la batería.

Malasia dijo el martes que el detector estadounidense no llegaría a la zona de búsqueda antes del 5 de abril, lo que daría apenas unos días para encontrar las cajas antes del tiempo en que se prevé que la batería se agote.

La prolongada e infructuosa búsqueda e investigación han generado críticas, y decenas de familiares desconsolados de pasajeros chinos se enfrentaron con la policía en Pekín el martes. Los familiares acusan a Malasia de "demoras y engaño".

La confusa respuesta inicial de Malasia a la desaparición del avión y la percepción de una mala comunicación ha enardecido a muchos familiares de los más de 150 pasajeros chinos que iban en el vuelo y tensó las relaciones entre Pekín y Kuala Lumpur.

/Por Matt Siegel y Rujun Shen/

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