ESTAMBUL (Reuters) - El presidente Abdulá Gul dijo el martes que había aprobado una nueva ley que endurece el control de Internet, en un movimiento que refuerza al criticado primer ministro Tayip Erdogan pero que genera preocupación sobre la libertad de expresión. Gul dijo en su cuenta de Twitter que dio su aprobación después de que el Gobierno anunciara que aprobaría en el Parlamento una enmienda de la nueva legislación en respuesta a las preocupaciones del presidente sobre dos artículos del texto. Previamente también confirmó que aprobará la ley que endurece el control sobre los tribunales.
Ambas leyes, aprobadas por el Parlamento este mes y que estaban esperando la aprobación del presidente Abdulá Gül, son percibidas por los críticos con Erdogan como una respuesta autoritaria a una investigación de corrupción que ha sacudido su Gobierno, un intento de obstaculizar los casos judiciales y de parar las filtraciones que circulan por Internet.
La nueva ley de la judicatura dará al Ejecutivo una mayor influencia para nombrar jueces y fiscales, mientras que la ley de Internet permitirá a las autoridades bloquear el acceso a una página web en cuestión de horas sin orden judicial previa.
Estas decisiones de Turquía, que lleva décadas tratando de entrar en la Unión Europea, han causado preocupación en Bruselas, que teme que se esté alejando más de la legislación comunitaria, y en unos inversores nerviosos con un país cuya estabilidad durante la última década se ha basado en el firme mandato de Erdogan.
El Gobierno dice que las leyes conllevarán más democracia al recuperar el control de una judicatura que considera en manos de un clérigo poderoso pero no sometido a responsabilidades y decidido a derrocar a Erdogan, y al proteger la privacidad en Internet.
Este clérigo, Fethula Gulen, que vive en Estados Unidos, según sus seguidores cuenta con millones de partidarios y se cree que ha conseguido influencia entre la policía y los jueces durante décadas.
Erdogan culpa a este antiguo aliado que ayudó a cimentar el poder del AKP de desencadenar una investigación por corrupción que considera un "golpe de estado judicial" para socavar sus posibilidades en las elecciones presidenciales de este año, algo negado por el clérigo.
La Policía disparó gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes que protestaron contra la ley de Internet en Estambul este mes, y el debate parlamentario de las reformas judiciales acabó el domingo a puñetazos, dejando a un diputado con la nariz rota.
Los oponentes de Erdogan han pedido a Gül, cofundador del partido AK de Erdogan pero visto como una figura mucho más conciliadora, que use su poder para vetar las leyes. Hablando a periodistas en un viaje a Hungría el lunes, dio pocas señales de que lo haría.
"Como presidente no puedo ponerme en la posición del tribunal constitucional. Pero de forma general puedo hacer mis objeciones en relación a lo que veo", fue citado por los diarios Hurriyet y Haberturk.
Gül no ha ocultado su deseo de volver a la política diaria y está considerado el próximo líder del AKP, una ambición que sus detractores le deja poco deseoso de enfrentarse con Erdogan y ejercer de auténtico contrapeso a su poder.
"Gül quiere ser presidente un segundo mandato y tiene el deseo de presidir el AKP después de Erdogan, así que aunque no esté totalmente de acuerdo, va a aprobar normas controvertidas del partido", dijo en un informe el analista político turco Atilla Yesalida.
/Por Nick Tattersall/
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