PARÍS (Reuters) - Nicolas Sarkozy está al borde de la derrota ante el socialista François Hollande de cara a la segunda vuelta el domingo de las elecciones presidenciales, lo que abriría el camino para que Francia tome medidas dirigidas a aliviar la austeridad con un nuevo énfasis en el crecimiento.
Un leve cambio en los últimos sondeos de opinión sugiere que Sarkozy podría lograr reducir la ventaja de entre 6 y 10 puntos porcentuales en la crucial votación, aunque un amargo debate televisivo el miércoles por la noche pudo haber sido un golpe letal para sus intenciones de ser reelegido.
Si los votantes castigan a Sarkozy por los problemas económicos y su áspera personalidad, Hollande asumiría el control de la segunda economía de Europa, una posibilidad que tiene inquietos a los inversores ante la perspectiva de políticas socialistas dirigidas a controlar el déficit en medio de nuevos temores sobre la crisis de deuda de la zona euro.
El candidato de izquierda se mostró calmado e imperturbable mientras Sarkozy parecía agitado y nervioso durante el debate televisivo sobre Europa que fue seguido por 17,8 millones de espectadores.
Los analistas están de acuerdo en que el presidente no logró asestar un golpe definitivo que debilitara la ventaja de Hollande.
"Si el margen sigue siendo estrecho, eso indica un cambio de opinión que podría continuar y el resultado podría ser muy ajustado", dijo Dominique Reynie, profesor en la Universidad de Ciencias Políticas y jefe del grupo de expertos en política Fondapol.
"(Pero) Después de ayer (miércoles), no puedes decir que François Hollande no puede ser presidente, así que es el ganador", manifestó.
Un sondeo de LH2 indicó que el 45 por ciento de los consultados ve a Hollande como una figura más convincente y que el 41 por ciento prefiere a Sarkozy. El estudio no mostró cambios significativos en las intenciones de voto.
El conservador Sarkozy ha librado una batalla cuesta arriba por la reelección en momentos en que la crisis económica, su promesa fallida del 2007 de bajar el desempleo al 5 por ciento y las críticas a su estilo abrasivo alienaron a muchos seguidores.
El mandatario sufrió un revés esta semana cuando la líder de extrema derecha Marine Le Pen, que ganó casi un quinto de los votos en la primera ronda del 22 de abril, se negó a respaldarle. El centrista François Bayrou, que obtuvo un 9 por ciento, dará a conocer su postura en las próximas horas.
DEVUELTA EN LA RECESIÓN
La perspectiva de que un socialista lidere Francia por primera vez en 17 años se produce en momentos cruciales para Europa, dado que España afronta una fuerte presión de los mercados y existen crecientes preocupaciones ante la posibilidad de que la zona euro vuelva a caer en recesión.
Hollande ha dicho que su victoria cambiaría la dirección económica de Europa hacia una política más centrada en el crecimiento.
Las elecciones han hecho que los mercados pongan su atención de nuevo en la lucha de Francia por alentar el crecimiento y controlar el déficit, el desempleo de 10 por ciento y las finanzas públicas, factores que llevaron a una agencia de calificación a despojarla de su preciada nota crediticia de AAA.
Hollande, de 57 años, desea elevar los impuestos, pero a los analistas les preocupa que el bajo crecimiento le desvíe de su objetivo de equilibrar el presupuesto para 2017, especialmente si sus intenciones de elevar los tributos, incluyendo un gravamen de 75 por ciento sobre rentas mayores a 1 millón de euros, generan un éxodo de residentes con altos ingresos.
Varios analistas señalan que Francia debería moderar sus previsiones poco realistas de crecimiento y afrontar la necesidad de recortar los gastos fiscales. Pero el debate del miércoles arrojó pocas luces sobre cómo planea cada candidato abordar la tarea.
"Desafortunadamente no vimos los detalles que los mercados estaban esperando, especialmente sobre el ahorro de gasto público o reformas para elevar la competitividad", dijo el economista Dominique Barbet de BNP Paribas en una nota de investigación después del debate.
Ambos candidatos prometieron abordar el declive industrial generado por la pobre competitividad ante las manufacturas de bajo coste hechas en el extranjero, aunque ninguno habló de sacar adelante reformas estructurales.
También han sido cautos sobre el tema de reducir los costes del sistema de bienestar social que consume un 28 por ciento del PIB francés cada año, un monto superior al de cualquier otro país de la OCDE.
Los colegios electorales estarán abiertos en general entre las 08:00 (06:00 GMT) y las 18:00 hora local del domingo. La votación se extenderá dos horas más en las grandes ciudades.
Las estimaciones fiables de los resultados parciales empezarán a publicarse tras el cierre de las últimas urna. Los medios que publiquen sondeos a boca de urna o resultados parciales antes del fin del proceso podrían enfrentarse a multas o posibles acciones legales.
/Por Catherine Bremer/
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