NAIROBI (Reuters) - Las empresas de Internet como Google, Twitter y Facebook se están haciendo cargo cada vez más de tareas de vigilancia, ya que la información que reúnen está demostrando ser irresistible para los organismos de cumplimiento de la ley, según afirmaron esta semana expertos en Internet.
Aunque tales compañías intentan mantener en privado la información de sus usuarios, sus modelos de negocio dependen de explotar esa información para vender anuncios dirigidos, y cuando los gobiernos les piden que se la entreguen, tiene poco que hacer excepto quejarse.
Las sugerencias de que el fabricante de Blackberry Research In Motion debería haberle entregado los datos de sus usuarios a la policía británica después de que su servicio de mensajería instantánea coordinara los disturbios de este verano ha causado indignación por que los gobiernos pudieran volverse más opresivos al espiar las redes sociales.
Pero la gran cantidad de información personal que recogen compañías como Google para desarrollar su negocio se ha vuelto sencillamente demasiado valiosa para que la policía y los gobiernos la ignoren, según afirmaron en Nairobi varios delegados del Foro de la Autoridad en Internet.
"Cuando se da la posibilidad de que esa información no pudiera ser obtenida antes, es totalmente comprensible que las fuerzas de seguridad estén interesadas", contó a Reuters en una entrevista el Evangelista Jefe de Internet de Google Vint Cerf.
"Entonces el problema sería, ¿cuál es la política adecuada? Y eso, por supuesto, generara muchísimo debate", dijo Cerf, reconocido como uno de los 'padres de Internet' por su temprano trabajo en áreas como los protocolos de comunicación y el correo electrónico.
Las peticiones de los gobiernos para que las compañías de Internet les faciliten información se han vuelto rutinarias, según el investigador de la privacidad en Internet y activista Christopher Soghoian, que en su trabajo hace un uso extensivo de las peticiones de libertad de información.
"Toda compañía de Internet y operador de telecomunicaciones de EEUU de cierto tamaño tiene un equipo que se dedica únicamente a responder a las peticiones de información", aseguró Soghoian a Reuters en una entrevista.
Soghoian estima que las empresas de Internet y telecomunicaciones de EEUU pueden recibir cerca de 300.000 peticiones de este tipo al año provenientes de agencias de la ley, pero la información pública es escasa.
Mientras que los tribunales de EEUU están obligados a publicar informes de las escuchas en líneas telefónicas, no hay ninguna obligación de hacer pública la información de Internet, que aumentó después de que se aprobaran las leyes sobre comunicaciones electrónicas.
Google publica voluntariamente un informe de trasparencia cada seis meses en el que detalla el número de peticiones que recibe de los gobiernos de todo el mundo para retirar información de sus servicios o facilitarles datos de sus usuarios.
Pero los números no revelan a cuántos usuarios afecta cada petición, sólo la tendencia país por país (www.google.com/transparencyreport).
Algunos gobiernos están solicitando a las empresas de Internet que recojan más información y la conserven durante más tiempo, dijo Katarzyna Szymielewicz, consejera delegada de la Fundación Panoptykon polaca, que hace campaña por los derechos humanos a la luz de la vigilancia moderna.
"Las agencias gubernamentales de todo el mundo están presionando a las compañías para que recolecten más información de la necesaria para el desarrollo de sus negocios", afirmó en la conferencia.
"Por ejemplo, tenemos un régimen de retención de información muy controvertido que actualmente se está revisando. Requiere que la gente almacene información durante más de dos años para que las fuerzas de seguridad puedan acceder a ella fácilmente".
La facilidad de acceso y el coste de la vigilancia están en su punto más bajo, dijo Soghoian, con Google cobrando una cuota administrativa para acceder a la información de 25 dólares (19 euros), Yahoo 20 dólares y Microsoft y Facebook facilitándola de forma gratuita.
"Ahora, un policía puede rastrear a 20, 30 o 50 personas por todo Internet desde la comodidad de su escritorio gracias a los interfaces de red proporcionados por las compañías de móviles y las empresas de programación en nube", afirmó.
"El coste marginal de vigilar a una persona más es prácticamente cero".