Telecomunicaciones y tecnología

Los negocios de EEUU protestan por el "chantaje" del ".xxx"

NUEVA YORK (Reuters) - En preparación por un nuevo dominio de Internet triple x que se lanzará en diciembre, los abogados de las firmas más ilustres de Estados Unidos luchan por prevenir la "ciberokupación" de un activo inestimable: las direcciones web corporativas.

El operador de dominios que administra el .xxx está aceptando peticiones con antelación de propietarios de marcas que quieren tener control sobre sus nombres. ICM Registry asegura que ha recibido más de 900.000 solicitudes de empresas que quieren preinscribir sus marcas o impedir que otros puedan apropiárselas para crear, por ejemplo, páginas como Barbie.xxx o Coke.xxx.

Mientras que algunos proveedores de contenido para adultos están pagando cerca de 200 dólares (135 euros) para utilizar el dominio, otras marcas no pornográficas, desde MTV Networks y Budget Travel hasta Cruz Roja se están registrando con antelación para evitar futuras batallas legales con los "ciberokupas" que registran marcas con intención de revenderlas.

El porno y los principales negocios se quejan igualmente de que se les está obligando a comprar nombres de dominio que no quieren, no necesitan y no van a utilizar, y comparan el proceso con un atraco.

"Muchos sienten que se les está chantajeando para que protejan sus marcas" dijo Kristina Rosette, abogada de marcas registradas del bufete Covington & Burling. Añadió que requerir cuotas de preinscripción no es extraño entre los registros de dominio, que se incluyen en los ingresos que esperan en sus planes y proyectos de negocios.

ICM Registry, la empresa privada que está introduciendo el .xxx, fue fundada por Stuart Lawley, un investigador de tecnología británico. Sus socios y él propusieron el dominio .xxx a la Corporación de Internet para la Asignación de Nombres y Números (ICANN), el organismo internacional que supervisa los dominios y revisa las nuevas aplicaciones, por primera vez en 2000. Pero debido a la férrea oposición de grupos religiosos y conservadores y la propia industria de la pornografía en Internet, temerosa de la censura, ICM no consiguió hasta el pasado marzo la aprobación de la ICANN y un contrato de diez años para administrar los dominios .xxx.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky