
Detrás del lanzamiento con toda la pompa el sábado en Estados Unidos del iPad, el nuevo producto estrella de Apple, la red asiática de proveedores del grupo norteamericano muestra una vez más su temible eficacia.
Fabricantes taiwaneses de pantallas táctiles, subcontratistas surcoreanos de componentes electrónicos o fabricantes de baterías chinos: todos trabajan en sinergia para la fabricación de la nueva tableta informática con la que Apple promete una revolución.
"Los proveedores de iPad prevén hoy en día entre ocho y diez millones de entregas para 2010, es decir 5 millones más que en las anteriores estimaciones", indicó la analista Katy Huberty, de Morgan Stanley.
A medio camino entre una computadora portátil y un teléfono inteligente, el iPad permite navegar en internet, consultar el correo electrónico, mirar videos en alta definición, jugar videojuegos o leer libros electrónicos.
El producto, que funciona con una batería de larga duración, será lanzado en el mercado norteamericano el sábado a las 09H00 locales y es esperado con inmensa expectativa.
Luego del iPod y el iPhone, el iPad es la última creación de una serie nacida en la economía globalizada, en la que componentes y ensamblaje están a cargo de subcontratistas a bajo costo y fabricantes ultra-rápidos.
Simplo Technology es taiwanesa, pero produce componentes para Apple en su usina de Changshu (este de China).
Aprovechando el amplio y barato mercado laboral chino, la fábrica contrató 700 obreros adicionales desde mediados de febrero y emplea actualmente 1.800 personas.
"El calendario es ajustado y tuvimos que aumentar los efectivos para cumplirlo", indicó una responsable del departamento manufactura Apple de la usina que no quiso revelar su identidad.