
Miles de hogares que se creían felizmente adaptados a la irrupción de la Televisión Digital Terrestre (TDT) comenzaron ayer a quedarse a oscuras tras el apagón de la televisión analógica. El fin de la señal convencional puso a prueba la calidad de las instalaciones realizadas, en algunos casos, hace varios años.
Según explican los antenistas consultados, confluyen muchos factores que pueden afectar la calidad de la señal digital, como es el caso de la calidad del cableado que conecta las antenas colectivas con los receptores en cada hogar.
De hecho, tal y como aclara Miguel Ángel García, director gerente de la Federación de Instaladores de Telecomunicaciones (Fenitel), "se están llevando a cabo el cambio de muchos cableados en los edificios y ajustes en segundas tomas que no funcionaban correctamente".
Por todo lo anterior, ayer se pusieron en evidencia las comunidades de vecinos que creían tener los deberes hechos y que, hasta la fecha, no se habían molestado en resintonizar los emisores.
El encender el televisor y no acceder a los canales con la familiaridad tradicional también generó el desconcierto en otros muchos hogares. Según explica el responsable de una empresa especializada en servicios de televisión digital y satelital, el teléfono no ha dejado de sonar desde el inicio del apagón en Madrid, "eran clientes que creían tener todo correctamente instalado", explica.
Segundas residencias
La coincidencia de los últimos días del apagón con las vacaciones de Semana Santa también ha causado más de una sorpresa. "Mucha gente que se ha ido de vacaciones a su segunda residencia se ha dado cuenta de que allí no tenía la instalación adaptada", añade Miguel Ángel García. "La semana que viene, cuando muchas personas vuelvan de vacaciones, lo más seguro es que también se encuentren con algún problema de recepción", concluye.
Pero los problemas de recepción no afectan a todos por igual. Según explicó ayer el secretario de Estado de Telecomunicaciones, Francisco Ros, en el acto de bienvenida a la TDT, entre un dos y un tres por ciento de la población de lugares que ya han sido apagados, "no ve la TDT porque no quiere verla", alegando que hay personas que no tienen interés en ver la televisión. Durante ese mismo acto el ministro de Industria, Miguel Sebastián, aclaró que el proceso ha movilizado 12.000 millones de euros, creando más de 40.000 puestos fijos de trabajo.