Telecomunicaciones y tecnología

Los sindicatos franceses aprovechan la debilidad de Sarkozy

PARÍS (Reuters) - Trenes, colegios y servicios públicos se vieron afectados el martes por los paros convocados para protestar por las pensiones y los salarios, mientras los sindicatos trataban de capitalizar la sonora derrota del presidente Nicolas Sarkozy en las elecciones regionales del fin de semana.

Hasta la mitad de todos los trenes regionales no funcionaban y un tercio de los servicios de alta velocidad fueron cancelados, mientras los sindicatos dijeron que más del 50 por ciento de los profesores no irían a trabajar y se unirían a unas manifestaciones a nivel nacional contra las políticas económicas de Sarkozy.

El domingo, los aliados de centroderecha de Sarkozy sufrieron su peor derrota electoral en más de cinco décadas, mientras los partidos de izquierdas ganaron el poder en 23 de las 26 regiones francesas.

Sarkozy respondió remodelando su gabinete, relevando a un ministro que se disponía a liderar las negociaciones sobre la reforma de las pensiones después de que obtuviera unos resultados especialmente negativos en las elecciones.

El ministro de Presupuestos, Eric Woerth, considerado una opción fiable, fue ascendido a jefe del departamento de Trabajo y se hará cargo de la negociación sobre las pensiones, mientras que Sarkozy incorporó a otras tres personas para impulsar las filas conservadoras y centristas.

Los líderes sindicales restaron importancia a la reestructuración, diciendo que ésta no contribuiría a relanzar la economía y acusaron a Sarkozy de no llegar a comprender que el estado de ánimo había cambiado en Francia.

"Desde el domingo hemos escuchado (al centroderecha) decir 'vamos a mantener nuestro rumbo". No están escuchando y supone un problema real", dijo Bernard Thibault, director del sindicato CGT, uno de los principales del país que encabeza las protestas del martes.

Thibault instó a Sarkozy a convocar a los líderes sindicales y patronal para discutir fórmulas para impulsar los salarios, y advirtió al Gobierno que espere una posición firme contra su planeada reforma del sistema estatal de pensiones.

"Estoy convencido de que no podemos imponer una reforma de las pensiones que se basa exclusivamente en criterios fiscales y contables", dijo a la cadena de radio Europe 1. "Una reforma será muy complicada".

El Gobierno, que pretende controlar una deuda y déficit presupuestario récord, quiere que los franceses trabajen más años antes de cobrar la pensión completa y posiblemente intentará incrementar la edad de jubilación. Situada en 60 años, es una de las más bajas de los principales países de la UE.

Las conversaciones con los sindicatos van a comenzar en las próximas semanas.

Las protestas del martes culminarán en manifestaciones en muchas grandes ciudades francesas. Se trata del último de una larga serie de "días de acción" convocados por los principales sindicatos durante los últimos dos años para denunciar la gestión económica del Gobierno.

El movimiento de protesta pareció difuminarse a finales de 2009, pero con una tasa de desempleo por encima del 10% y Sarkozy en dificultades políticas, los sindicatos esperaban un gran giro de los acontecimientos el martes.

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