HOUSTON (Reuters) - Un par de astronautas flotaron el jueves fuera del transbordador espacial Atlantis para trabajar en el Telescopio Espacial Hubble, un observatorio de 19 años que ha cambiado la forma en que los científicos comprenden el universo.
Vestidos con trajes espaciales presurizados, John Grunsfeld, astronauta de 50 años y que ha viajado cinco veces en transbordador, y su nuevo compañero Andrew Feustel, de 43 años, abandonaron la esclusa de aire del Atlantis antes de las 9.00 EDT para realizar la primera de cinco caminatas espaciales.
Los astronautas deben reparar el telescopio e instalar nuevos instrumentos que permitirán al Hubble capturar imágenes de objetos formados tan pronto como 500 millones de años después de la formación del universo.
"Oh, esto es fantástico", dijo Grunsfeld, un miembro de dos tripulaciones previas de servicio al Hubble. "Vas a amar esto, Drew", le dijo a Feustel.
El Atlantis y siete astronautas despegaron el lunes para una misión de 11 días.
La primera labor de los astronautas es reemplazar la cámara digital del telescopio de la década de 1990 por una más moderna sensible a la luz infrarroja y ultravioleta, además de las longitudes de onda visibles para el ojo humano.
Los detectores infrarrojos son especialmente importantes para formar las imágenes de objetos muy distantes, cuya luz cambia al llegar la Tierra a longitudes de onda más largas y rojas, de manera similar a cómo el sonido de un tren cambia cuando éste se aleja.
"Esta nueva cámara promete ver hacia más atrás en el tiempo, más cerca del Big Bang, de lo que nunca antes hemos sido capaces de ver", dijo Grunsfeld en una entrevista previa al vuelo.
Dar una larga y profunda mirada a los más distantes objetos detectables es lo primero que hará el Hubble una vez que el observatorio esté de nuevo en servicio.
Los objetos más antiguos que el Hubble ha visto datan de 700 millones de años después del Big Bang, la explosión que creó el universo hace alrededor de 13.700 millones de años.
Grunsfeld y Feustel también tienen programado reemplazar una computadora clave que procesa y da formato a información recolectada por los instrumentos científicos del Hubble para que pueda ser transmitida a la tierra.
La computadora se apagó en septiembre pasado, apenas unas semanas antes de la fecha programada de la misión de servicio al Hubble.
La NASA retrasó la misión para que los ingenieros pudieran preparar un ordenador de repuesto. Los operadores del telescopio pasaron a un sistema de respaldo mientras tanto.
La última tarea que Grunsfeld y Feustel realizarán será instalar un anillo de acoplamiento para que una futura nave robot pueda acoplarse al Hubble y llevarlo al mar cuando termine su vida.