Telecomunicaciones y tecnología

Chrysler busca una venta rápida a Fiat; acreedores se niegan

DETROIT/NUEVA YORK, EEUU (Reuters) - La automovilística Chrysler ha pedido a un tribunal de quiebras de Estados Unidos una vista rápida sobre sus planes de venta a la italiana Fiat, una propuesta que causó el lunes el rechazo inmediato de algunos acreedores.

Chrysler se declaró el jueves en bancarrota y planea salir de la protección judicial en sólo 30 días, bajo la dirección de funcionarios del Gobierno de Barack Obama.

La empresa ha pedido al juez Arthur Gonzalez que fije una audiencia a partir del 21 de mayo para aprobar la venta de la mayoría de sus activos, valorados en 2.000 millones de dólares (unos 1.500 millones de euros), lo que despejaría el camino para una fusión con FIAT (F.IT) según los documentos presentados ante el Tribunal.

Gonzalez aplazó una vista sobre el procedimiento de venta solicitado de la empresa hasta las 14:30 hora local (18:30 GMT) del martes.

"Aún tenemos una coalición muy frágil para llegar hasta aquí desde allí", dijo el lunes Corinne Ball, la abogada de bancarrota de la empresa, antes del comienzo de una audiencia.

Fiat tendría una participación inicial de un 20 por ciento en la nueva Chrysler y luego la ampliaría a un 35 por ciento. Se espera que el consejero delegado de Fiat, Sergio Marchionne, dirija las operaciones de la empresa combinada.

Chrysler también ha pedido al tribunal que apruebe una multa de 35 millones de dólares para Fiat en caso de que fracase el acuerdo.

"A falta de una venta rápida aprobada en las próximas semanas, el valor de los activos de los deudores declinará rápidamente y se perderá la capacidad de alcanzar una venta de intereses", indicó la compañía en documentos que apoyaban la venta a Fiat.

La automovilística estadounidense, que ha estado funcionando con 4.000 millones de dólares en préstamos de emergencia del Gobierno, no consiguió la semana pasada un acuerdo con todos sus acreedores garantizados para reestructurar su deuda, lo que la obligó a solicitar la protección judicial.

DIVISIÓN ENTRE LOS ACREEDORES

Los acreedores de primera categoría, a los que se les deben unos 6.900 millones de dólares, y cuatro grandes bancos encabezados por JPMorgan, que controlaban en torno al 70 por ciento de la deuda, habían aceptado recibir 2.000 millones de dólares en efectivo.

Uno de los abogados de JPMorgan, Peter Pantaleo, de Simpson Thacher & Bartlett, dijo el lunes al Tribunal que Chrysler tenía más del apoyo necesario de los acreedores garantizados para apoyar la propuesta de venta.

Sin embargo, un grupo de fondos de inversión liderado por Oppenheimer Funds y Stairway Capital se opuso a los términos de pago argumentando que eran injustos, y el lunes presentó su rechazo inmediato pidiendo a González que bloquee el acuerdo con Fiat y la oferta del Gobierno de ofrecer financiación para la bancarrota de Chrysler.

Los acreedores disidentes dijeron en su objeción que la venta había sido "orquestada enteramente por el Tesoro y endilgada a los deudores sin respetar las formalidades corporativas".

Tom Lauria, un abogado de White & Case que representa a un grupo de estos acreedores, dijo al Tribunal que algunos miembros del grupo identificados públicamente habían recibido amenazas de muerte "que habían percibido como creíbles".

Por lo tanto, el grupo pedirá que sus identidades se entreguen al Tribunal de forma confidencial, indicó Lauria. Los acreedores que recibieron amenazas de muerte lo han notificado a la policía y al FBI, indicó.

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