Telecomunicaciones y tecnología

La recesión avivará la competencia en el sector móvil

Por Sarah Morris y Robert Hetz

MADRID (Reuters) - El crecimiento de los nuevos operadores móviles en España se verá impulsado por el alcance de la recesión y obligará a tres de los mayores operadores del mundo a recortar sus precios para defender sus cuotas de mercado, dijeron los analistas consultados.

El mercado español está dominado por tres grandes operadores - el antiguo monopolio Telefónica, con una cuota de mercado del 44 por ciento, seguido por Vodafone con un 31 por ciento y Orange, que tiene una cuota del 21 por ciento.

El cuarto operador, Yoigo, controlado por Telia Sonera, aún no ha alcanzado el umbral de la rentabilidad tras su lanzamiento en diciembre de 2006. Junto con los operadores móviles virtuales, que alquilan las redes de los operadores con infraestrcutura propia, cuenta con cerca del 4 por ciento del mercado.

No obstante, algunos analistas dijeron que la virulencia con la que la crisis ha impactado en España provocará un rápido despegue de los operadores de bajo coste y aumentará la competencia en un negocio hasta ahora controlado por tres compañías.

En febrero, Yoigo logró 19.682 altas netas con el sistema de portabilidad (cambio de operador sin cambiar de número) en detrimento de Telefónica que perdió en términos netos 27.324 clientes.

"Los únicos que están creciendo en minutos e ingresos son los nuevos operadores con ofertas competitivas", dijo Robin Bienenstock, analista de Bernstein Research.

Los operadores virtuales - que incluyen las ofertas de compañías como British Telecom, Jazztel, Carrefour o El Corte Inglés - ganaron 1.841 líneas, una cifra superior a los clientes perdidos.

Además, desde mediados del año pasado, Yoigo y los operadores virtuales han ido quedándose con una buena cuota de nuevos clientes. Entre diciembre y febrero, un 41 por ciento de los nuevos clientes optaron por estas compañías, frente al 25 por ciento de captación del trimestre de julio a septiembre del año previo.

Yoigo y los operadores virtuales ofrecen tarifas por minuto baratas sin que sus clientes tengan que firmar los contratos de permanencia de 12 y 18 meses que sus rivales más grandes demandan a cambio de rebajar los precios.

"Vamos a crecer a pesar de la crisis", dijo una portavoz de Yoigo.

"Es algo muy lógico. La gente mira sus bolsillos. El lunes, Movistar lanzó su primera tarifa de bajo coste y ayer Vodafone hizo lo mismo. La guerra de precios ha comenzado", agregó.

Los analistas creen que la llegada del operador holandés KPN, conocido por su política de bajos precios en otros países, podría llevar la cuota de mercado de los operadores virtuales al 10 por ciento que tienen en otros países de la UE.

KPN dijo que contaba con 150.000 clientes a finales de 2008, 12 meses después de lanzar en España su marca Simyo. En octubre, también presentó su marca de bajo coste Blau, ante el rápido avance de la crisis económica en España.

PRESIÓN SOBRE LOS PRECIOS

"Incluso si los operadores virtuales no quitan minutos (..), su presencia en el mercado forzará a los demás a reaccionar y a bajar los precios, con lo que tienen un impacto real en el mercado", dijo Michael Kovacocy, analista del sector europeo de telecomunicaciones de Daiwa Institute of Research.

Las altas cuotas de mercado de los grandes operadores permitieron a las compañías cobrar a sus clientes los precios más altos de la UE en telefonía móvil, fija e Internet, engordando sus ingresos medios por usuario por encima de la media europea.

Según un reciente informe de la Comisión Europea, los precios de la telefonía móvil y de Internet en España figuran entre los más caros en Europa. La tarifa plana más baja en España es de 35,89 euros al mes, la oferta más cara en toda la Unión Europea y muy por encima de la media europea de 19,49 euros.

Para Bienenstock, el experto de Bernstein, estos precios son insostenibles en una fase de ralentización económica.

Telefónica, que obtiene cerca del 50 por ciento del flujo de caja libre en España, se enfrenta a los riesgos de que descienda su cuota de mercado, bajen las tarifas y puedan aumentar los impuestos.

"Restaría un 20-30 por ciento al flujo de caja libre de 2010-2011 si concurriesen esas tres cosas", opinó Bienenstock.

"No creo que las tres ocurran, pero los impuestos van a subir y los precios a bajar", añadió.

Telefónica podría además exponerse a una mayor vigilancia regulatoria en su primer mercado, apunta el experto.

"Cada vez hay menos motivos para que el Gobierno de centroizquierda de (el presidente José Luis Rodríguez) Zapatero proteja enérgicamente a Telefónica de los consumidores", dijo Bienenstock.

Bruselas está investigando a España por los incentivos fiscales al fondo de comercio concedidos con motivo de la adquisición de la operadora británica O2.

Por otra parte, la Comisión Europea multó con 151,9 millones de euros a Telefónica por obstaculizar la compentencia en el segmento de Internet de banda ancha.

La operadora española ya ha rebajado las tarifas entre clientes de Movistar y las que cobra a sus clientes en situación de desempleo. Además, acaba de lanzar un nuevo contrato con llamadas a 9 céntimos de euro por minuto, sin incluir IVA.

El responsable de Telefónica de España, Guillermo Ansaldo, dijo a La Vanguardia que podría recortar las tarifas para defender su base de clientes, aunque eso significase sacrificar los ingresos por usuario.

VODAFONE TAMBIÉN ESTÁ EXPUESTA

Kovacocy considera que las rebajas realizadas por el líder del mercado forzarán a Vodafone a seguir sus pasos.

Los ingresos de la filial española del gigante británico podrían sufrir más que sus rivales porque, a diferencia de Telefónica y Orange (France Telecom), su presencia en telefonía fija e Internet es limitada.

Telefónica cuenta con la ventaja de ser un ex monopolio dentro de un mercado conservador, según Kovacocy, que cree que Vodafone tendrá que ajustar el valor de su negocio en España.

"En España, podríamos estar hablando de una carga de varios miles de millones de libras", dijo este analista.

"Pero lo importante sería el cambio de sentimiento", añadió.

Un portavoz de Vodafone no quiso hacer comentarios sobre esta sugerencia, aunque el grupo dijo a inversores el año pasado que su negocio en España estaba afectando a sus resultados globales.

En el pasado, el grupo británico ya ha contabilizado ajuste en el valor de sus activos en mercados que maduraron y en los que cayó la rentabilidad como el de Reino Unido, Alemania e Italia.

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