
Los ordenadores portátiles más potentes de Apple, los Mac Book Pro, fueron presentados en su última versión de 2016 este otoño, dejando sorpresas y también críticas.
Precisamente en el primer ejercicio fiscal en el que la compañía tecnológica ha visto reducir tanto sus ingresos como sus beneficios, ha apostado por una arriesgada incorporación que sigue siendo eje de la controversia entre industria y usuarios.
Según apunta el portal especializado en tecnología Portaltic de Europa Press, la supuesta innovación presentada por Apple de un ordenador sin los puertos habituales toma forma de auténtico quebradero de cabeza para los usuarios. Apple ha arriesgado dejando únicamente cuatro puertos de formato USB-C Thunderbolt, que no son compatibles con los dispositivos que usamos habitualmente: los discos duros se conectan con USB 2.0 ó 3.0, el monitor de otro ordenador por HDMI, los iPhone o Samsung con USB o micro USB y la tarjeta de la memoria de la cámara de fotos a través de SD. Sin embargo, el último Mac Book Pro no incluye puertos HDMI, ni SD ni los habituales USB. Sólo algún 'smartphone' como el LG G5 o el Nexus 5X/6P tienen este tipo de entrada.
La conclusión para el usuario es que tendrá que gastarse en adaptadores para poder conectar cada uno de sus dispositivos al nuevo ordenador de Apple, cuando hasta este otoño podía hacerlo con normalidad.
Los motivos de la firma que dirige Tim Cook para este cambio radical responden, cómo no, a la innovación. ¿Qué aportan estos puertos USB-C con respecto a los demás? Las ventajas técnicas son, por otra parte, numerosas. En primer lugar, es un puerto con una doble función que incluye la transmisión de alimentación, por lo que puede enchufarse a cualquiera de estas entradas el cargador de batería del ordenador. Tiene una mayor capacidad de transmitir potencia, al igual que una mayor velocidad de transmisión de datos que llega a los 40 Gb por segundo. Esto supondrá importantes reducciones de tiempo al pasar archivos al disco duro externo y viceversa. Este tipo de entrada duplica el ancho de banda de vídeo, lo que hará accesible la conexión de pantallas 4K en el momento de su mayor popularización.
En resumen, la posibilidad de funcionar como alimentadores, su mayor velocidad y resolución de pantalla y la conexión con cualquier tipo de dispositivo hacen de los USB-C puertos que apuntan a un estándar único en el futuro, pero el escenario real supone una brecha para los usuarios, que se verán obligados a desembolsar en adaptadores si quieren conectar a su Mac Book sus dispositivos. El tiempo dirá si Apple tuvo razón con su nuevo órdago.