
Recuerdo ver hace unos meses una entrevista a Antonio Banderas que me dejó algo perplejo por la verdad que contenía una sola frase. El actor decía: "Se hace país con gente que se la juega". Y no puedo estar más de acuerdo. Sin embargo, antes tenemos que empezar a creérnoslo. Más noticias en la revista gratuita elEconomista Tecnología
El estudio Hiscox sobre el ADN del emprendedor pone de manifiesto, otro año más, los complejos de inferioridad del perfil empresarial español. Nuestra propia visión y la del resto de países participantes en el estudio nos sitúa en el último escalón del espíritu emprendedor. Y lo cierto es que si se miran los datos, no se ajusta a la realidad: somos los que tenemos una mejor perspectiva de futuro para nuestra empresa a pesar de la situación política.
Pensar que si estuviéramos en otro país la situación sería más prometedora es un freno para arriesgar. Y ser emprendedor es sinónimo de riesgo y para minimizar los riesgos hay muchas opciones, entre ellas los seguros, pero esto es otro tema en el que no voy a entrar ahora.
Según el estudio Hiscox, el ADN del Emprendedor, realizado entre más de 4.000 pymes de España, Alemania, Francia, Reino Unido, Holanda y EEUU los españoles somos los más innovadores y lideramos el ranking en el lanzamiento de nuevos productos o servicios durante el pasado año.
Situación política
No obstante, esta visión simpática se ve algo truncada por la situación política actual. La ausencia de gobierno afecta de forma negativa, según el 64% de los emprendedores españoles, a su negocio. Si a esto sumamos que 6 de cada 10 considera que las políticas no favorecen a los pequeños y medianos empresarios, resulta evidente que debería hacerse algo más para apoyar a un colectivo que supone el verdadero motor económico de España. Esta inestabilidad se agrava más con la situación de incertidumbre provocada por el Brexit en Reino Unido, país con el que existe una relación comercial importante.
El otro gran problema es la financiación, donde todavía tenemos que mejorar. Aún recurrimos principalmente a los bancos e incluso a la tarjeta de crédito o a la familia, muy por encima del resto de países que participaron en el estudio. Fuera, el crowdfunding o el préstamo entre particulares (P2P) están más extendidos.
Termino con una oda a los emprendedores españoles que -tras varios años de crisis- han sabido reinventarse, innovar... Emprender es arriesgar, sacrificarse, luchar, reír, llorar. Aquí nos sacrificamos por lo que queremos, hasta el punto de ser los que más horas trabajamos frente al resto de países -casi 47 a la semana-. Es admirable lo que nuestros emprendedores tienen que superar para salir adelante.
David Heras, director general de Hiscox España