
Gemalto, el mayor fabricante del mundo de tarjetas SIM, ha explicado los datos de su investigación sobre el hackeo de sus sistemas después de que Edward Snodwen revelase que EEUU y Reino Unido habían accedido a sus sistemas.
La compañía ha reconocido los ataques que se produjeron en 2010 y 2011 aunque especifica que "sólo afectaron a su red de oficinas y no podría haber dado lugar a un robo masivo de claves de cifrado SIM".
En concreto, Gemalto ha explicado que en el eventual caso del robo de una clave, "los servicios de inteligencia sólo serían capaces de espiar las comunicaciones en la segunda generación de redes móviles 2G, ya que la redes 3G y 4G no son vulnerables a este tipo de ataque".
Una de las claves que ha evitado que las organizaciones de inteligencia de EEUU y Reino Unido accediese a los datos de las tarjetas SIM han sido los cifrados sistemáticas de datos con algoritmos personalizados para cada operador, ha explicado la compañía.