
El operador Orange España está dispuesto a plantar batalla al acuerdo de compra de Canal+ por parte de Telefónica. En espera de conocer la decisión del regulador español sobre su autorización o no a la futura adquisición, Orange ya ha desvelado su intención de exigir a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) que imponga unas severas condiciones al referido proyecto de concentración.
Entre otros argumentos, Orange pretende que el futuro operador dominante en el negocio de la televisión de pago comparta "todos los contenidos" de la oferta de Movistar TV con el resto de los jugadores, con una oferta mayorista que incluya precios regulados, fijados por la CNMC, según explican fuentes del operador.
Entre los activos más valiosos del catálogo de la futura integración de Telefónica con Canal+ (DTS, Distribuidora de Televisión Digital), sobresalen los partidos de fútbol de la Liga, Copa y Champions, así como la Fórmula 1, el Mundial de Motociclismo o las series y estrenos en exclusiva que actualmente atesora la filial española del grupo Telefónica. Además, el operador demanda que dicha oferta mayorista de contenidos de televisión esté sujeta a precios orientados a costes, en línea con otros mercados de telecomunicaciones.
De imponerse esas condiciones, todo apunta a que Telefónica renunciaría a la compra, al no estar dispuesta a asumir unos requisitos frontalmente contrarios a sus intereses económicos y estratégicos, según ha podido saber este periódico de fuentes del mercado. El efecto colateral de la renuncia de la compra por parte de Telefónica se dejaría sentir en la estabilidad financiera de Prisa, pendiente del cierre de la venta de Canal+, valorada en 750 millones de euros.
Inversión en fibra
El director de regulación de Orange, Julio Gómez, reiteró ayer su plan de inversión en fibra, que incluye el objetivo de alcanzar 10 millones de hogares con esta tecnología de nueva generación en 2017, según informa EP.
El mismo directivo también precisa que la regulación que propone la CNMC, lejos de desincentivar, les anima y les da una perspectiva "más clara" para hacerlo. "Los remedios que impone el regulador lo que hace es incentivar la inversión de todos los operadores. Sin esta regulación, sólo invertiría el incumbente, los demás moriríamos y se volvería a un monopolio", indicó el directivo.