
La historia se repite y en esta ocasión lo hace de forma casi calcada al último precedente. Tres días después de que Telefónica reconociera al supervisor bursátil español que mantenía conversaciones "muy preliminares" con British Telecom en el mercado británico, ayer hicieron lo mismo los principales accionistas del operador rival Everything Everywhere, Orange y Deutsche Telekom.
Los mensajes de unos y otros compartieron las mismas palabras. Por un lado, Telefónica reconocía que "regularmente analiza la evolución de los mercados en que opera, así como las diversas alternativas estratégicas que permitan generar valor a sus accionistas, y solidificar su posición financiera".
Por su parte, la entente francoalemana confirmó la existencia de negociaciones "muy preliminares" con BT para una eventual venta de su negocio móvil en Reino Unido. Curiosamente, las dos multinacionales difundieron un comunicado conjunto, donde indicaban que "periódicamente analizan la evolución del mercado en el que opera EE para la evaluación de las distintas opciones estratégicas que tienen potencial para crear valor para los accionistas y fortalecer la posición de esta compañía". "Como una de estas opciones, Deutsche Telekom y Orange mantienen conversaciones exploratorias muy preliminares con British Telecom, aunque es demasiado pronto para afirmar si cualquier tipo de transacción puede tener lugar", han precisado, según informa la agencia EP.
Pago en efectivo y acciones
Fuentes consultadas por elEconomista indican que la alianza EE podría admitir un reparto que incluya pago en efectivo y en acciones, al igual que Telefónica.
Con este último movimiento, tanto O2 (marca de Telefónica) como EE (joint venture de Deutsche Telekom y Orange) ponen boca arriba sus cartas con vistas al futuro. Los dos operadores líderes del mercado británico han admitido de forma implícita que se encuentran en el escaparate, abiertos a posibles acuerdos ante el manifiesto interés de BT por crecer en el Reino Unido con servicios integrados. Esa situación también pone de relieve que la compañía que logre convencer a BT se quedará en posición de debilidad en el futuro.