GoPro, el conocido fabricante de cámaras personales, se prepara para dar el salto al mercado de los robots voladores teledirigidos, conocidos también como drones (zánganos en inglés).
El objetivo de esta nueva línea de negocio será, según informa The Wall Street Journal, el mercado doméstico: pretende vender cada unidad de sus nuevos multicópteros en un rango que va de los 500 a los 1.000 dólares la unidad (400 a 800 euros).
De hecho, la abrumadora mayoría de los aficionados y empresas que utilizan los drones para grabar imágenes desde el aire montan en ellos las cámaras de GoPro, por su pequeño tamaño pero sobre todo por su ligereza (apenas 85 gramos).
La compañía con sede en California pretende aprovechar la fiebre de consumo desatada por sus cámaras: en lo que va de año ha facturado 763 millones de dólares, frente a 624 millones en el mismo periodo del año anterior.
La moda de las minicámaras ha animado la cotización de GoPro, que desde su salida a bolsa en junio se ha disparado un 138%.
Apuesta por el low cost