
Hace unos meses, en marzo de 2014, la firma canadiense de teléfonos móviles con teclado BlackBerry parecía condenada a la extinción desde todos los titulares que anunciaban sus cifras de cierre del ejercicio fiscal. Las pérdidas se dispararon hasta los 5.873 millones de dólares, frente a los casi 700 del año anterior.
A pesar de esto, el nuevo consejero delegado de la compañía, John Chen, reiteraba su optimismo con respecto a la mejora en la situación financiera de BlackBerry y auguraba la vuelta a la senda que marcó un hito como el primer teléfono en incorporar el correo electrónico. La mayoría de los analistas financieros se lo tomaron como una ingenuidad.
Sin embargo, unos meses después, el pronóstico de Chen podría cumplirse y estallar en la cara de los que ya habían enterrado a la compañía canadiense. La responsable del resurgimiento tiene un nombre: BlackBerry Passport.
El Passport es el último terminal móvil presentado por Chen, en el que pocos confiaron y que ha roto toda expectativa de ventas: 200.000 unidades fueron dispensadas en los dos primeros días de su comercialización, llegando a agotarse también en Amazon.
A pesar de que su diseño está muy alejado de los parámetros y gustos de la telefonía de última generación actual -o gracias a eso-, el nuevo terminal de BlackBerry ha convencido por su sólido sistema operativo, la funcionalidad para la gestión de tareas y una combinación de teclado táctil y físico.
John Chen, tras el enorme éxito cosechado, ha pasado a su siguiente pronóstico, más atrevido que el anterior: la compañía volverá a tener beneficios en 2015.
De cumplirse el nuevo augurio de Chen, BlackBerry demostraría su capacidad de convertirse en ave fénix tras haber saboreado la amargura de las cenizas.