
La policía de Nueva York arrestó el pasado domingo a un chico de 24 años después de que se subiera a un cable del puente de Brooklyn con el objetivo de sacarse una foto desde las alturas. No se trata de un caso aislado, pues en los últimos meses han empezado a abundar este tipo de 'selfies' extremos, hechos desde los rascacielos más altos, para luego compartir en redes sociales.
Esta moda, llamada skywalking o roofing, es practicada por jóvenes en la veintena que lo único que buscan es destacar en las redes sociales, como Instagram o Facebook, como sñala Europa Press. En su mayoría se trata de chavales rusos que escogen edificios emblemáticos de gran altura, como la Sagrada Familia en Barcelona o las priámides de Guiza en Egipto, para conseguir espectaculares imágenes.
Hay que destacar que el roofing se hace prácticamente a pelo, como dirían los profesionales. Es decir, se sube sin ningún tipo de sujeción aparte de la provista por sus propios brazos.
Multas
En muchas ocasiones, los practicantes de esta moda no dicen explícitamente qué edificio han escalado, y suben sus fotos tiempo más tarde, para evitar multas por escalar edificios sin permiso. Por ejemplo, en la ciudad de Madrid dichas multas oscilan entre los 1.001 y 30.000 euros, dependiendo del tipo de edificio y el riesgo que haya supuesto.
Pero si hay una ciudad en la que abundan este tipo de 'selfies' extremos es Nueva York, especialmente el puente de Brooklyn, desde el que se pueden ver instantáneas desde todos los ángulos. Las habilidades de la policía han quedado en entredicho, ya que en muchos casos no pueden más que quedarse esperando a que baje para poder detenerle, y multarle con los 5.000 euros correspondientes.