
Las autoridades de la dictadura post comunista siguen adelante con su cruzada contra los grandes proveedores de software extranjeros. Después de prohibir Windows 8 el pasado mes de mayo, de presionar a compañías como Cisco o IBM, y de apostar por su propia distribución (versión) de Linux, las autoridades del país planean prohibir la distribución de los antivirus de dos de las mayores marcas de este sector a nivel mundial: Symantec y Kaspersky.
China ha sacado a ambos proveedores de la lista de empresas autorizadas para distribuir este tipo de programas, de acuerdo a una información publicada en el diario oficialista China People's Daily. En la misma información, el citado medio señala que sólo cinco marcas han sido aprobadas, todas ellas chinas: Qihoo 360, Venustech, CAJinchen, Beijing Jiangmin y Rising.
Desde Symantec no se han realizado comentarios, mientras que un portavoz de Kaspersky ha señalado que la compañía de origen ruso ha iniciado una ronda de conversaciones con las autoridades chinas, presumiblemente para intentar que suavicen su postura.
Para el Ejecutivo chino, las grandes compañías de software, casi todas con capital extranjero, se han convertido en sospechosos de facilitar puertas de entrada a los sistemas críticos del país, especialmente tras las revelaciones del ex espía Edward Snowden que pusieron en la picota a esas multinacionales por su complacencia a la hora de ceder directamente, y sin necesidad de procedimientos judiciales, los datos de sus clientes a las agencias de inteligencia de EEUU.
La tensión entre Estados Unidos y China en el campo tecnológico también ha subido en los últimos meses como consecuencia de las acusaciones, por parte de las autoridades norteamericanas, de que el gigante asiático cuenta con grupos de élite dentro de su ejército dedicados en exclusiva a la guerra cibernética.