
Mucho se ha hablado acerca del éxito de aplicaciones de mensajería instantánea, como WhatsApp, Line o WeChat. Sin embargo, en ocasiones parece permanecer en la sombra la manera en la que obtienen beneficios multimillonarios.
Lo cierto es que estas aplicaciones extraen de los teléfonos móviles una serie de datos informativos de los usuarios, en torno a las búsquedas que realiza cada usuario o las páginas que más visita en su navegación web. La utilización de esta información para el envío de publicidad es una fuente de ingresos notable (si bien WhatsApp es de las pocas que aún permanece al margen de esto).
La venta de emoticonos o la conversión en una plataforma de pagos son otras formas de extraer réditos a estas apps. Y por su parte, Line prefiere apostar por alternativas como la comercialización de videojuegos, que le proporcionó hasta el 60% de sus beneficios.
Y el futuro pasa por otras soluciones, como una posible conversión en plataformas de e-commerce, con la que harían competencia a numerosas tiendas online, algo que WeChat ya está experimentando con cierto éxito.