Se llama Yo y sólo sirve para enviar a sus contactos un mensaje claro pero repetitivo: "Yo". Pero pese a ello, esta aplicación ha conseguido ya más de 50.000 descargas y ha sido utilizada para enviar, de media, 40 Yoes.
El éxito de las aplicaciones sin utilidad definida no es nuevo, pero el de Yo ha conseguido sorprender a propios y extraños no sólo porque es estúpidamente sencilla... sino porque además, para usarla con nuestros contactos, antes tenemos que convencerles de que se la instalen.
Cuando lo hayamos conseguido, verán una notificación y una voz sintética que pronuncia la interjección de marras cada vez que pulsemos el botón. Y eso es todo.
Sus creadores confiesan que la aplicación es el resultado de ocho horas de duro trabajo y, aunque no dejan claro con qué objetivo, aseguran que cuentan con un millón de dólares en financiación.
Pero, qué es un ¿yo? Tal y como señala Wikipedia, "Yo" es una interjección de uso común en norteamérica, y se usa "a menudo para centrar la atención (del discurso) en un individuo o un grupo en particular, o para conseguir su atención". Algo así como "tó" en algunas zonas del sur de la provincia de Salamanca, o "maño" en Aragón.